Imagen cogida de la red
Y le manchaba los dedos
de harina al entregar el paquete
que le hacía con el desayuno. Si daba color a los bizcochos, le pintaba
animales distintos en la cara con los restos que quedaban o cuando era rojo el colorante, le dibujaba una nariz
de payaso y unos coloretes redondos, para que pareciera un polichinela de
carnaval. Se lo pasaba genial y disfrutaba. Ellos aunque muy cansados, sabían
que estos juegos eran una manera de compensar el enorme tiempo que pasaban en
el obrador.
Nani. Septiembre 2016
¡Qué ternura!
ResponderEliminarSí, ya que hay que trabajar... Qué mejor que hacerlo con buen humor...
ResponderEliminarDivertido.
Sí, ya que hay que trabajar... Qué mejor que hacerlo con buen humor...
ResponderEliminarDivertido.
Tierno y dulcísimo.
ResponderEliminarBesos.
Toda ternura tu, Nani. Toda amor.
ResponderEliminarLos dulces se los inventaron las madres buenas que amaban a sus hijos.
Lo más grande del mundo.
Me apetece un dulce, me como tu micro :D
ResponderEliminarBesos
Un micro visual en que la imagen cobra fuerza con los colores y las comparaciones. El tiempo de juego mezclado con el tiempo de obligación da como resultado una felicidad salpicada por harina y buenos manjares. Felicidades por el micro. :)
ResponderEliminarCuando uno s divierte por buenas causas, es una gozada. Besos, encanto de chica.
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