Imagen cogida de la red
Sigo
observando mi trocito de cielo y también el suelo que piso.
A veces quiero volar tan alto, que cuando aterrizo me doy de bruces con la
realidad, y es tan sumamente dura, que me hago añicos por dentro y por fuera.
Quisiera entender esa mano negra que mueve los hilos de nuestro destino sin dejarnos
un respiro. Comprender que les mueve a dejar al mundo sin respiración y por lo
tanto, sin apenas vida. Verles alguna vez antes de cerrar los ojos, para saber
si son del mismo material de la gente normal.
GRIS
SOBRE NEGRO
Sigo
observando mi trocito de cielo y tan grande a la vez. Tan
azul y tan nublado al mismo tiempo. Sigo mirando y recuerdo cuando era pequeño
y me tumbaba en la hierba. Las nubes podían ser elefantes espurreando agua,
muñecos de peluche o hadas madrinas que me concedían todo. Ahora lo único que
observo en ese trozo de cielo, son nubes grises y lágrimas negras.
Nani. Noviembre 2016
No son del mismo material que la gente normal, ya nos gustaría.
ResponderEliminarMejor mirar al cielo y a las nubes mientras que de reojo los tengamos controlados.
Un beso grande, Nani.
El segundo es el que más me gusta.
ResponderEliminarEs más como yo.
Besos.
Las nubes nos llevan lejos, allá donde no vemos la miseria que nos rodea. Un besote, querida Nani.
ResponderEliminarMe encantan los dos, los dos llevan su carga de realidad..., y además es que me gusta todo lo que escribes...
ResponderEliminarMontones de besos, mi querida Nani.