Cuando
cumplí ocho años mi padre me regaló además de una tarta preciosa, un libro con
las páginas en blanco. Hasta ese momento siempre había tenido libros de cuentos
y empezaba a leer las colecciones juveniles, pero nunca vi un libro como aquel.
Le pregunté ya que no sabía que podía hacer con un libro como este. Me contestó
que desde que mamá estuvo enferma y después murió, le preocupaba que no tuviera
a quien contarle mis problemas, ya que él siempre estaba fuera y cuando volvía
tarde, a veces estábamos ya dormidos. Entonces me pidió que cada día rellenara
una hoja y lo dejara sobre su mesita de noche. Lo leería cuando llegara a casa
y me dejaría en la hoja siguiente, lo que opinara de mi anotación. Al principio
me quedé un poco descolocada, pero muy pronto necesité rellenar hojas. Al otro
día y en mi escritorio, me encontraba un cariñoso mensaje de papá e incluso,
algún día había hasta un dibujo. Se convirtió en uno de mis libros más queridos
hasta hoy.
Papá lleva una semana que no viene y
necesito saber qué pasa. He seguido escribiendo y dejando en blanco la
hoja contigua, pero ya van siete días que no rellena nadie mis hojas en blanco.
Ayer le conté que me vino por primera vez la regla y que me duele mucho la
barriga. Hoy he llamado a la tía Lola y me ha venido en media hora. Cuando le
he contado lo que me pasa y lo preocupada que estoy por papá, me ha dicho que
necesita hacer unas gestiones importantes para toda nuestra familia. Me ha
dicho que es normal que algunas veces me duela la barriga y que no deje de
escribir en las páginas en blanco, que será mucho más bonito cuando papá las
rellene de nuevo, porque lo que está haciendo es una mejora en su vida
personal. Me ha dado miedo y eso es lo último que hoy cuento en la última página
en blanco.
Nani.
Abril 2017
Las páginas en blanco son lo más difícil de llenar. Y contienen el misterio de lo que vendrá, creo que en ello radica su valor.
ResponderEliminarEnigmático e interesante relato, me gustó.
Saludos.
Cuánta razón tienes Navegante. La página en blanco da hasta miedo a veces, jeje. Muchas gracias por pasar y me gusta que te guste.
EliminarBesicos muchos.
Primero me ha parecido enternecedor, luego inquietante, incluso me ha sobrecogido.
ResponderEliminarMuy bueno.
Te felicito.
Besos.
Uyyy Toro, ¿hasta te has sobrecogido?, buena señal entonces.
EliminarBesicos muchos.
Este cuento queda muy abierto ¿qué pasò con el papá? Me dejaste en ascuas
ResponderEliminar-------
Gracias por tu comentario en tigrero. Dios te bendiga y de nuevo gracias por tu solidaridad con ese sufrido país del otro lado del Charco
Ali Reyes, siento haberte dejado en ascuas, pero así puedes imaginar lo que quieras, no?
EliminarGracias a ti por ese escrito tan valiente.
Besicos muchos.
Muy tierno
ResponderEliminarYo no se que haría si me hacen un regalo así
Escribo en my cell
textos
y en el internet
Ya no escribo a mano desde hace mucho tiempo..
Me voy sin hacer ruido
No quiero interrumpir tu maravilloso texto
Recomenzar, ya nadie cogemos el papel y el boli, pero deberíamos volver a la experiencia, simplemente por el placer de experimentar cosas nuevas., ¡creo yo!!
EliminarBesicos muchos.
Ay, Nana, que me has dejado con la miel en los labios esperando las palabras de tu padre.
ResponderEliminar¿Qué mejoras son esas?
Te dejo mis besos para cuando vuelva y todo mi cariño por este relato tan tierno y a la vez tan triste.
Tecla, imagina y así puedes darle el final que quiera, no te parece?
EliminarBesicos muchos.