Imagen extraída de la red
Sólo le quedaba un
cigarrillo, lo había
tenido guardado todo aquel tiempo, pero no le importó encenderlo, aspirar bien
hondo y después ir soltando muy, muy despacio. La ocasión lo requería y debía
disfrutar esos momentos como si no hubiera un mañana. Había escogido el
momento, la ventana abierta a pesar del gélido ambiente que se percibía y la
soledad tan deseada. Todos dormían y ese momento de paz sabía que ya sería el
último en esas mismas condiciones. Lo había prometido, se jugaba todo a una
carta. De camino iba el nuevo, por eso necesitó darle al otro una eterna
despedida.
Nani. Abril 2017
Me he quedado pensativa y sin saber qué pensar, Nani.
ResponderEliminarEso sí, al pronto de ver la imagen me dio la sensación de que era un esqueleto vestido de tul.
La ocasión lo requería.
Un beso, Nani.
Qué bonica eres escribiendo minirelatos.
Un beso.
Muchas gracias Tecla. Tú si que res bonica con tus letras.
EliminarBesicos muchos.
Cuánto daño ha hecho el tabaco...
ResponderEliminarCáncer de todo tipo, trasplantes...dolor...
Una pena que podría haberse evitado.
Besos.
Así es Toro. Demasiado daño y demasiadas familias hechas polvo.
EliminarBesicos muchos.
Que se fuera bien ahumado. Buena despedida.
ResponderEliminarAbrazos soleados.
Jajaja, Claro Lola. DE todas maneras se la estaba jugando.
EliminarBesicos muchos.