lunes, 10 de abril de 2017

ESPERANZA



Subió los diez pisos hasta la azotea y como siempre llegó sudorosa y con el tiempo justo. Mientras se secaba la frente con el mandil, veía esconderse poco a poco y mecido en el horizonte del océano el sol rojizo; el que le daba el soplo de vida para tener fuerzas y despertar cada día. Así jornada tras jornada desde que se fue a hacer las américas. Un atardecer más le enviaba su aliento y ella recibía la esperanza que se iba convirtiendo en triste quimera.


Nani. Abril 2017