Cuando
era pequeña le gustaban mucho las historias que le contaba la abuela a la
puerta de casa, en las tardes-noches de verano mientras mamá las llamaba para
la cena. La abuela se sentaba en la silla de enea y ella le escuchaba atenta en
el tranco de la puerta. Era una delicia lo fresquito que estaba pero sobretodo,
estando frente a ella podía admirar las expresiones de la contadora de historias y a la vez escucharla muy atenta.
Recuerda
relatos de antepasados, de pastores y lobos y de los habitantes misteriosos del
bosque, aunque con los que más disfrutaba era con los cuentos de sirenas,
pescadores y hadas que se disfrazaban de habitantes marinos cuando la mar se
ponía rebelde y aparecían a castigar malhechores, rescatar objetos perdidos y
hacer felices a los marinos que luchaban con las olas, desafiaban los vientos e
incluso alguna vez, hacían frente a los barcos piratas que surcaban los mares
con contrabando de ron, de oro y piedras preciosas o con brujas malignas que
querían arrebatar la belleza a las sirenas, a los jóvenes lugareños o
apoderarse de la fuerza de los luchadores que surcaban los océanos. No le gustaba
tanto la historia del rey Neptuno con su estridente dorado y su corona de
aguamarinas. En realidad le daba más miedo que otra cosa, ya que la abuela
imitaba su voz y hacía gestos muy exagerados para emular un gigantesco rey
poderoso, que a ella le cohibía en su inocente infancia.
Después
y con el transcurso del tiempo le hace sonreír ese recuerdo y guardar con especial
cariño todo lo que le enseñó, el amor que le dio y esa dulzura que nunca más
encontró en otro ser humano. Aquella contadora de historias fue única en su
talento, encanto, valores a transmitir y que ella recogió como si fuera una
esponja, de aquellas que también aparecieron en el increíble repertorio de la
abuela.
Nani.
Agosto 2017
Contadoras de historias, transmisores de sentimientos, precioso
ResponderEliminarGracias Jorge. Bien sabemos que sin esas contadoras de historias, nosotros/as nos podríamos hacer lo que hacemos y soñar lugares, vivir otras vidas y soñar mundos mejores.
EliminarBesicos muchos.
Nunca olvidamos lo q nos contaron los abuelos. Porq en sus palabras había mucho amor.
ResponderEliminarUn saludo.
Sara el amor que aprendemos a transmitir gracias a esas personas que nos hacen vivir y a valorar lo que realmente merece la pena en la vida.
EliminarGracias por tu comentario.
Besicos muchos.
Bonito y entrañable.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Besos.
Gracias Xavi. Tú si que eres bonito y entrañable.
EliminarBesicos muchos.
Qué maravilla me llevaste al pasado de mi vida cuando mi madre me leía
ResponderEliminarEntonces Rocomenzar, mereció la pena escribirlo.
EliminarBesicos muchos.