Le
ha costado, pero al fin lo ha conseguido. Ha pasado tiempo hasta ahorrar lo
suficiente. Su ilusión es salir de Madrid, hacer escala en París, seguir hacia
Düsseldorf donde nació, continuar a Bremen y allí visitar a los que fueron sus
padrinos y que apenas recuerda físicamente pero sí, por las descripciones de su
progenitor; llegar hasta Hamburgo para dejar un ramo de flores en el lugar
donde enterraron a su gemela Berta, reunirse con Fran su primo y juntos pasar a
Polonia con el objetivo de conocer el campo de concentración de Auschwitz. Es
la ilusión que los dos parientes han ido fomentando en las distintas vacaciones
pasadas en el pequeño pueblo donde viven los abuelos; saben que en dicho lugar
reconstruirán la historia del bisabuelo Antonio y le darán sentido a las
lágrimas que siempre escondía de las
miradas infantiles, pero que siempre empaparon aquellos dos diminutos
corazones.
Hoy,
con la calina agosteña almeriense se coloca la mochila, se ajusta la gorra y
sube a su amada bicicleta para empaparse de paisajes, emprender las vacaciones
más deseadas de toda su existencia y cerrar un ciclo.
Nani.
Agosto 2017
A veces hay proyectos en los que la ilusión se antepone al propio proyecto. Precioso Nani, un abrazo
ResponderEliminarAsí es Jorge, la ilusión puede con todo!!
EliminarBesicos muchos.
Le aconsejaría que no visitara el campo de concentración.
ResponderEliminarYo sólo he visto uno y ya jamás podré quitármelo de la cabeza.
Besos.
Como ya te comenté Xavi, por eso mismo eres especial. Si todos hiciéramos lo que tú, seguro que no repetiríamos tantos disparates.
EliminarBesicos muchos.