Caminaba
sin rumbo, desorientado y triste. Se había terminado el curso y no le apetecía
regresar al caserón escondido entre las montañas nevadas.
Mientras,
en su interior escuchaba al abuelo: “Si estudias y te preparas ganarás una
vida, tu vida, la que buscas. La exclusivamente tuya. Si no te gusta vivir
aquí, tendrás que buscar tu sitio”.
Su
interior también le hablaba- ¡No la veré más!
Ella
se iba a Boston a completar sus estudios.
Impotente
se sentó en el suelo frente a la diosa y se encaró con ella diciéndole: “Tan
poderosa como eres dime por qué no haces algo para que todo cambie”.
A
sus espaldas sonó la voz de un viejito que dijo: “Los cambios están en tu mano,
hazlos. Lo que no te gusta debes intentar modificarlo, si esperas que la diosa
te resuelva tu vida, el mérito será de ella y no tuyo”.
Nani. Enero 2018
Eatá way
ResponderEliminarGracias Mary.
EliminarBesicos muchos.
Los dioses están muy vagos hoy en día.
ResponderEliminarLo que no haga uno...
Besos.
Bueno Toro, igual están esperando a que les demos motivos.
EliminarBesicos muchos.
Así es querida Nani, los cambios siempre dependen de nosotros!!
ResponderEliminarUn beso
Es que como esperemos a que nos hagan las cosas, vamos dados!!
EliminarBienvenida de nuevo.
Besicos muchos.
Me encanta que hayas utilizado la figura de una diosa en femenino :)
ResponderEliminarBesitos
Claro lopillas, como no una diosa!!
EliminarBienvenida a mi casa.
Besicos muchos.
Moralizante relato el que has traído. Hoy en día ni estudiando se gana uno la vida.
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes Ximens, hoy está todo muy chungo!!
EliminarBesicos muchos.