viernes, 20 de abril de 2018

PIEDAD



Se arrodilló pidiendo clemencia. No sabía si se lo pedía a los cielos, a la vida si es que quedaba en algún sitio, a los gobiernos, políticos, o al Dios de cada uno. Ya no le quedaba esperanza, ni familia, ni amigos, ni fuerzas para enterrar a tanta gente, tantos niños que algún día jugaron en esas calles con pelotas hechas con telas viejas o aquella que dejaron olvidada unos chicos cuando hubo vida. Tanta existencia inocente que solo querían seguir el curso normal del ser humano.
Ahora solo quería llorar y la desesperación no le dejaba ya ni eso. No tenía fuerzas y solo le apetecía acurrucarse con los que a su lado estaban y fueron vidas, familia o conocidos. Ya solo quería ser uno como ellos y dejarse llevar.


Nani. Abril 2018

6 comentarios:

  1. Ese dejarse llevar a veces puede ser muy tentador.

    Buen relato, muy bien escrito.

    Besos.

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    1. Puede ser tentador Toro, solo que nuestro deber es seguir adelante y hacer lo posible por mejorar, ¡si podemos o nos dejan!!
      Besicos muchos.

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  2. ante tanto dolor, angustia y desesperacion, solo queda soltar, dejarlo ir, liberarnos de tanto dolor.

    muy buen escrito... desde ya te sigo. y te espero en mi blog...

    nico.

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    1. Muchas gracias Nico y bien venido a esta tu casa.
      Besicos muchos.

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  3. Que triste .... cuanta desesperación en tus letras...... Saludos

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    1. Sí Sandra, triste y desesperación. Es tan injusto todo lo que estamos viendo!
      Besicos muchos.

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