miércoles, 2 de mayo de 2018

DESPERTARES

El amanecer apuntaba con un sol espléndido después de tantos días de lluvia. Me apetecía salir a caminar, notar la caricia de los rayos solares y respirar el aroma de las flores que ya apuntan en los árboles frutales, percibir la suave brisa mañanera y sentirme acompañada por el dulce revoloteo de las primeras mariposas, admirad sus múltiples colores y disfrutar las madrugadoras melodías de los pajarillos saludando al nuevo día.
Sin apenas darme cuenta atravesé el corazón de mi ciudad. Mis pasos se encaminaron hasta “La Ciudad de la Luna”. Una vez allí, mis ojos se quedaron clavados en el paisaje que tenía al frente espléndido como no podía ser menos. El panorama era más hermoso si cabe, ya que después de unos meses cargados de lluvia, nieve y nieblas; todo brillaba y resplandecía. El castillo que preside mi pueblo, brilla al frente y luce a esas horas mañaneras, con todo su esplendor y belleza, esa misma que llena de alegría a todo habitante cuando regresa sobre todo de un largo viaje y le vislumbra a los lejos. Los primeros rayos de sol, le dan un brillo dorado que parece hecho de oro y vida.  

Nani. Mayo 2018



6 comentarios:

  1. Hola Nani, es la primavera que en tu tierra viste de luz todos los rincones. bello relato.

    mariarosa

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    1. Muchas gracias Maria Rosa. La primavera se cuela por las rendijas de esta tu casa.
      Besicos muchos.

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  2. Jo... qué bueno, dan ganas de irse a vivir a tu relato.
    Qué sitio tan hermoso.

    Besos.

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    1. Muchas gracias Toro. Cuando quieras en el sur tienes rayitos de sol esperándote.
      Besicos muchos.

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  3. Como bien dice Torito, dan ganas de irse a vivir a tu relato, y nunca mejor pensado con lo que está cayendo aquí fuera...
    Buenas descripciones, Nani.
    Un beso, brillante, como un sol.

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    1. Sí Rosy, dan ganas de soñar siempre para olvidar lo que ahí fuera nos rodea. La realidad nos golpea bien duro.
      Besicos muchos.

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