Como un enjambre después
de recibir la pedrada de un niño
se arremolinan alrededor y le levantan del suelo. No era intención hacer una
brecha al viejecito, sino romper la farola. Eso dijo y que le falló la
puntería, pero la madre sabe que nació con el embrujo de la meiga que predijo que sería un niño que apuntaría
alto y con doble intención.
Nani.
Octubre 2018
El niño lleva un demonio dentro.
ResponderEliminarBesos.
Sí Toro. El niño es por naturaleza terrible, pero ara eso está la educación, ¡digo yo!!
EliminarBesicos muchos.
Opino lo mismo que Toro..... Y hay muchos niños así .....saludos
ResponderEliminarSi Sandra, me ha faltado decir a Toro que para eso estamos los padres, porque si no educamos desde que nacen, ¡menudos padres somos!!
EliminarBesicos muchos.
No sé por qué no me había llegado notificación de este texto. Me ha gustado mucho la historia. Y sobre todo ese final que apunta a un futuro de éxito para ese niño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rebeca, me alegro que te haya gustado. Ese niño puede ser un verdadero infierno, según cada cual lo interpretamos o lince como tú comentas. Los finales abiertos me gustan mucho, solo que no siempre se consigue.
EliminarBesicos muchos.