Ya
sé mi niño que quieres que te coja en brazos en esta misma postura, para que
puedas ver la puerta. Ya sé que quieres volver a ver entrar a tu padre. Bien
sabes que la última vez que le vistes, salió
por ese mismo sitio mientras le hacías fiestas y él carantoñas a ti. Sabemos
que los papás van y vienen, como otros papis o nosotros. Vamos al trabajo, de paso
te dejo en la guardería y después volvemos. También sabemos que algunos papás y
mamás son intermitentes pero el tuyo no volverá nunca más. Cuando seas más grandecito
te lo explicaré y entenderás la fobia que le he cogido a algunas cosas. Te pediré
responsabilidad cuando conduzcas o tengas algo entre tus manos que pueda causar
daño a alguien o a ti mismo. Te pondré impedimentos para que montes en moto y
si lo haces, no consentiré la desidia o la imprudencia. Quiero que disfrutes de
la vida, que puedas luchar por lo que te ilusione y sobre todo, quiero que
algún día no se repita esta espera tuya. No quiero que haya más ausencias, más
tristeza y sobre todo, no quiero que se repita esta misma escena que tanto nos
duele a los dos y todo por causa de un casco.
Nani. Octubre 2018
Jo... qué pena me ha dado.
ResponderEliminarCuántas desgracias, cuántas familias rotas por accidentes de tráfico...
Besos.
Toro, da mucha pena y más si se conoce algún caso semejante. No sé, pero la cara de ese niño me pedía una llamada de atención.
EliminarBesicos muchos.
Linda historia... y que triste es cuando un padre se va .. los hijos pequeños no lo entienden....Saludos
ResponderEliminarGrancias Sandra. Verdad es que cuando un padre o madre se van, la tristeza es muy grande, pero los críos que se quedan, lo echarán de menos siempre.
EliminarBesicos muchos.
Un relato triste y duro, pero que, por desgracia, ocurre con demasiada frecuencia.
ResponderEliminar¡Muy buen relato, Nani!
Besos apretados.
Sí Pilar, demasiado frecuente y demasiadas familias rotas.
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar.
Besicos muchos.