Heme
aquí tumbado en esta cama del hospital y siendo “un juguete, entre comillas” de
estas bonitas enfermeras. Las pobres se pasan demasiadas horas limpiando y
aseando a personas en coma como yo estoy. ¡Se creen que no las escucho, pero la
verdad es que estoy deseando que vengan!
Sus risas y sus picardías me alegran el día, aunque el motivo sea este atributo
que tengo entre las piernas y comiencen con el irónico saludo de todos los días:
¿Cómo se encuentra mi Nachete? En ese momento, sonrío aunque ellas no lo
aprecien y mi día comienza con cierto optimismo. Este atributo me dio la vida y
el pan de cada día, el mismo que hoy me tiene aquí postrado en esta cama. No es bueno ponerse
retos “tan altos” y nunca mejor dicho. El director del circo iba a lo suyo. Llenaba
sillas, palcos y todo lo que sostuviera un culo humano y quisiera verme hacer
ciertas proezas. Empecé arrastrando un Land Rove, luego fue un camión de los
que nos servían para transportar enseres, más tarde una caravana circense y el
culmen ha sido desde un trapecio y sin red, cogido de mi fuerte atributo, girar
hasta que en la velocidad adquirida, no se pudiera apreciar al hombre, sino
parecer un ventilador de los que ponemos en nuestros techos los días de verano.
Me mantenía así de erecto la alegría de saber que ella me esperaba, la
esperanza de que más tarde disfrutaría de su cariño; pero ese día les vi en la caravana
haciéndose carantoñas y comentándole con sátira, que era ella la que me
mantenía tan fuerte. Al pensarlo allí arriba, todo se vino abajo. MI fortaleza
y atracción principal del circo, así como mis huesos que fueron a estrellarse
contra la pista, que aunque estaba algo mullida con un piso elástico, la caída
fue casi mortal. Hoy no me quejo. Sé que quise volar demasiado alto y confié en
quién no debía, así que “casi prefiero” ser uno de los protagonistas de la
serie que podían pasar por una de esas cadenas de moda, puesto que estas increíbles
heroínas son las que se merecen los aplausos y las medallas; esas que dan a los
fantoches de turno como fui por un tiempo.
Nani.
Febrero 2019
Más dura será la caída ;)
ResponderEliminarSaludos.
Sí Alfred, muy dura, :)
EliminarBesicos muchos.
Jajajajaja! y Jajajajaja!!!!! ¡Estupendo, Nani! (Y no querés saber la película que "vi" mientras te leía. Más que un Viernes creativo, diría que es un Viernes "encendido", la propuesta lleva a volar alto...la imaginación! Aplauso y medalla para mi guapísima Amiga, que no "arruga" como decimos los argentinos a la hora de un desafío. Un momentazo con Vos divinaaaaa!!!
ResponderEliminarSusana, me alegra saber que te he arrancado una sonrisa y sí, más bien un viernes encendido y bueno, o le damos a la imaginación un poquito de libertad y desafío, o mejor nos estamos quietos, jajajaja.
EliminarBesicos muchos bonita.
Bueno, parece que está bien atendido...
ResponderEliminar:)
Besos.
Sí Toro, bien atendido está, es el deber de una enfermera, sus enfermos lo primero!! Jajajaja.
EliminarBesicos muchos.
Divertídismo e ingenioso, Nani. La verdad es que es una foto que me cuesta asociar al tema del circo, pero tú lo has logrado con mucho acierto. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarUn besazo.
Bueno Rebeca, hay que darle aire a estas cosas que nos cortan un poco, jajaja. Muchas gracias p0or tus elogios.
EliminarBesicos muchos también para tí.
Que ingenioso texto, no se puede evitar imaginar al pobre hombre, bien atendido en el hospital, Divertido texto has creado, saludos y abrazo a la distancia.
ResponderEliminarMe agrada Sandra que al menos haya conseguido un ratito agradable para los que habéis leído. Con estas diabluras también me lo paso genial. Gracias por comentar.
EliminarBesicos muchos.
Excelente, relato, Nani! Hay algunas que no saben valorar lo que tienen...
ResponderEliminarBesos apretados.
Jajaja, muchas gracias Pilar. Pues eso parece, que lo bueno no lo valoramos.
EliminarBesicos muchos.