viernes, 8 de febrero de 2019

DESAYUNO O SIESTA



Imagen subida de la red

Suena el teléfono.
-¿Sí, dígame?
-Buenos días señora. Soy Cristina Cienfuegos, agente de Agua Cruda. Estamos por su zona y queremos hacerles entrega gratis de 20 litros de agua de nuestra marca, porque ¿ustedes  beben agua de botella, no?
-No señora, aquí se bebe agua del grifo. Además soy la chica de la limpieza y no puedo darle datos de esta casa, ni estoy autorizada para hablar de los señores.
-Ah bueno, pues entonces perdone. Buenos días.
Cuelgo con cierto mal humor. No hay manera. Cada vez que descuelgo el auricular y, o te quieren vender un seguro, por narices quieren que les digas en qué compañía tienes tus pólizas y en qué banco. Qué compañía telefónica te sirve las megas de las napias, la fibra, las series, películas, etc. Y si les digo que no quiero nada de esos servicios, que quiero seguir descolgando mi antiguo auricular negro, el de toda la vida, me dan a entender qué estoy anticuada, que así no se puede vivir, qué…, y ¡lo bien que estoy sin el twiter ese de las napias dónde todo el mundo se pelea por todo, el Instagram de los bombones donde todo quisqui sabe si has estornudado hace un rato o te has tirado un pedo, porque dicen que hasta las fotos huelen y el cara libro que te dan a leer lo que les interesa y no busques un libro, ya hasta en la sopa libros relacionados y ni se te ocurra buscas un cotilleo por simple curiosidad esporádica (¡oiga usted, que una es humana!); pues te salen todos los cotillas de la tele esa de los grandes hermanos, etc.! En fin, que he optado por ser la chica de la limpieza, la nany que cuida de los peques y de los grandes, la cocinera que viene a hacer la comida de la semana y me quedo tan pancha, porque ni miento, ni meto trolas, “ni na de na”, ya que quito el polvo, lavo la ropa y los platos, plancho, cocino y cuido de todo lo que concierne a esta casa. Lo malo va a ser cuando se me agoten todas esas profesiones que nos adjudican a ciertas personas que no cobramos un euro y lo hacemos todo. Bueno, si alguna vez miento, más lo hace esa voz del otro lado que ofrece el oro y el moro y al final, ni funciona esa fibra como dijeron, ni el paquete de fútbol o series es lo que te aseguraron, ni luego viene la factura con el total que te ofrecieron, sino otra cifra que va incrementado cada mes y, ¿cómo hacer para reclamar? ¡Ellos si pueden grabarte todo lo que dices faltaría más! pero, ¿a ti quién te garantiza que te van a dar lo que han ofrecido? Si pido un contrato por escrito, no lo pueden hacer, pero si atiborran mi correo de promociones y todo lo que se les antoja, pero mandar el contrato no y por supuesto, en el papel de toda la vida  y que venga a mi buzón ¡ese que está colgado en la puerta de la entrada de casa, ¡eso ni soñarlo hay que reciclar el papel! Pero ¡si mi buzón está lleno de papel y de folletos de supermercados! ¿Quién recicla y ahorra? ¡Mentiras y más mentiras, así que si digo que soy la señora de la limpieza lo soy y santas pascuas, no miento ni tanto así! Y he estado a un milímetro de decirle que a este paso nos venderán aire embotellado. Me he retenido por no dar ideas que me las cogen todas ¡hasta los vecinos de al lado! ¡Como si no tuviera suficiente con mi asma perenne desde la infancia y no supiera lo que es oxígeno embotellado! La gente vende de todo, no me extrañaría que un día llamaran diciendo que me ofrecen mi sombra, que la tengo perdida y la podré recuperar. Tampoco quiero dar ideas, pero ¿no sería que se apropiaran hasta de nuestra sombra y luego quisieran venderla? o ¿Será que tienen tan mala sombra que nos la quieren encasquetar para que la aguantemos los ciudadanos de turno que somos los que nos comemos todos los marrones que al del ego (resulta más fino que decir ombligo) prominente se le antoja?
¡Qué mira, que ya estoy hasta el moño de tanto hijo de su madre, de tanta cara de hormigón y de tanto aprovechado! ¡Aquí el que no corre, dicen que vuela y que digo yo, que prefiero morirme sin saber de modernismos que me quitan la humanidad y mi libertad! Morirme de aburrimiento por no estar en la redes, dicen; con lo bien que me lo paso mirando a los niños jugar en el parque o, como mi vecina le grita a su perro para que no se mee en el neumático del coche o, hablar del tiempo con el panadero, el carnicero o con el butanero! Qué soy de las que siguen yendo a la biblioteca a buscar un libro, sentarme en el parque a leer, tomarme un vinito el día que encarta en la terraza del kiosko y al que le duela, que se compre una aspirina o un paracetamol que creo es menos dañino. ¡He dicho!

Nani. Febrero 2019

10 comentarios:

  1. Excelente texto..... eso nos pasa a muchos.....no se que se creen todos esos para andar molestando por teléfono y ahora hasta por el celular, que dizque es personal...aqui también pasa todo eso que describes en el texto y me identifico con tus respuestas. Saludos amiga...fue un placer leerte.

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    1. Un incordio de la sociedad que vivimos Sandra y que le he querido poner un toque de humor.
      Besicos muchos.

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  2. La única red que frecuento es esta.
    Y entre mirar el mar o el facebook o instagram... no tengo duda, el mar.

    Besos.

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    1. Exacto Toro. Mejor el mar. Yo miro olivos, soy de tierra adentro.
      Besicos muchos.

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  3. Estoy contigo. Yo hago lo mismo o les pongo la tele hasta que cuelgan. :)
    Besos.

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  4. Jajajaja...Nani, estoy muy de acuerdo contigo. Qué razón tienes.

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    1. Aurora, un toquecito de humor para que o se nos vaya la pinza!
      Besicos muchos.

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  5. Me gusta leerte y mientras tomo mi desayuno sonrío

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    1. Pues si sonríes, ya me doy por contenta.
      Besicos muchos.

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