lunes, 6 de mayo de 2019

VOLVER A EMPEZAR

Me queda un regusto amargo en la boca después de saberte en casa. Decidiste salir al mundo y este te atrapó en un principio, después te chupó hasta la última energía. Hoy vuelves derrotada, hastiada, pero es que quisiste comerte todo como si no hubiera que dosificar. La vida es larga para distribuir lo que nos corresponde y corta cuando se es adolescente. Como decía tu abuela, tuve que dejarte tropezar. Hoy llegas herida pero no rota del todo. Como si de un jarrón se tratara, entre todos te compondremos y dónde encuentres costuras, hallarás cada día más  experiencia, menos dolor y la sonrisa perdida en aquella cuneta.



COMO CARDOS
Me queda un regusto amargo en la boca como cuando limpio alcachofas y sin darme cuenta me chupo un dedo.
La existencia y una alcachofa son lo mismo. La compro frondosa y verde, más tarde la limpio y a veces tiene insectos en su interior o está ennegrecida y para colmo, amarga como las truelas. Esa es la vida que estamos teniendo. Demasiada similitud con un cardo borriquero.