viernes, 21 de junio de 2019

NATURAL DE VILLA REINA DE ARRIBA



Viernes Creativo: Escribe una historia...

Soy Matilde Reinona natural de Villa Reina de Arriba y hoy es mi 20 cumpleaños. Mis padres dicen que soy muy engreída y que necesitaba una cura de humildad. Me estuvieron avisando desde que cumplí los 15 y me amenazaron que si a los 18 y 19 con mi mayoría de edad no tomaba una medida justa y coherente, tendría la medicina que necesitaba para celebrar mi 20 aniversario. Siempre he estado rodeada de espejos ya que me encanta pavonear mi belleza innata, mi esbelta anatomía y posar con todos mis enormes y suntuosos vestidos llenos de adornos, buscando ser la mejor de entre todas las chicas de Vila Reina de Arriba, de Abajo y del Centro. Así que como todo me entraba por un oído y me salía por el otro, aquí me tenéis. Mi querido padre y mis hermanos han tenido que traerme a la fuerza y empujarme en esta habitación acorchada, sin espejos y con una simple silla para que cuando me canse y desahogue mi mal carácter y la rabieta que cogería, me siente y piense. Pero primero esa silla la he pateado hasta que en una de esas patadas, como si se tratara de un bumerán se ha revuelto y me ha atacado en todo el tobillo. Ahora lo tengo inflado como un globo, debe ser cosa de magia (en el fondo siempre he sabido que las palabras de mis padres han sido mágicas y verdaderas). Con la silla me han dejado una diana donde puedo ir disparando a modo de flechas, los corazones que he destrozado para ver si alguno llega a hacer diana y recojo algún amor del que me han concedido y yo no he sabido apreciar. Hasta ahora no he conseguido ni una milésima de amor ya que no he logrado ni una diana y por lo que escuché una vez decir a la abuela sabelotodo: “De lo que se siembra se recoge”. Y por mucho que ahora me escueza sé que ni una pipa de calabaza sembré en alguna ocasión, así que cuando salga de aquí, no me quedará otra que empezar mi vida como si fuera una niña de cinco añitos en cuanto a valores, educación y amor hacía los demás. Sé multiplicar, hacer ecuaciones y hasta calcular todas las operaciones matemáticas, pero de amor, empatía y saber estar, no tengo ni idea. Creí que era la única y que tenía todos los derechos, nunca pensé que además tenía deberes con mi familia y con el resto de seres humanos y naturaleza. Ningún corazón he conseguido que se clave en la diana, pero el mío lo estoy viendo desangrado y abierto, supongo que dispuesto a que entre en él todo lo bueno de lo que mis allegados me hablaron y yo no quise tener en cuenta. He sido una mal educada, caprichosa y malvada. Me queda mucho trabajo por delante para llegar a ser Matilde o Matí como me gustaría que me llamaran. Una chica normal de cualquier villa del globo terráqueo.

Nani. Junio 2019

9 comentarios:

  1. Es cuestión de paciencia y perseverancia. ;)

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    1. Puede ser Alfred, nunca se debe abandonar la esperanza.
      Besicos muchos.

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  2. No sé yo si se aplicará mucho cuando salga...

    Besos.

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  3. Buena historia. En estos tiempos hay muchas niñas asi como ella que se creen la ultima coca cola del mundo que necesitan una cura de humildad. Un gusto leerte. Saludos amiga.

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    1. Sandra, hoy la educación y los valores como que se han dejado en un cajón, como se deja el rosario de la abuela. Igual hay que recurrir a esas cosas más pronto que tarde, antes de que lo lamentemos. Es gusto es mío.
      Besicos muchos.

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  4. Reflexionar sobre nuestros pasos, seguro que nos hace crecer y de allí tomar efectivamente las riendas de nuestra vida...es normal que existan confusiones, más en este tiempo en que para muchos todo es fácil y poco saben del rigor de la vida, así que mejor antes que tarde reaccionar y avanzar en esa nueva mirada de redescubrir su misión...
    lindo finde.

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