Me
mirabas con cierto pudor. El mío era quizá más tembloroso, pero lo vencí cuando me
quité el suéter de lana gruesa. Hacía un frío de mil demonios y por cada prenda
quitada, más se erizaba mi piel, no sé si por el momento que estábamos viviendo
o por la gélida habitación. Tú me mirabas y yo a veces bajaba la mirada. Me
esperabas ya casi desnudo y la habitación de aquella casa de campo, seguía como
un carámbano, aunque nosotros estábamos calentando hasta el último suspiro. Te
diste cuenta de que mis manos temblaban y no acertaba a desabrochar el
sujetador que gracias a ti, quedó en el suelo. A partir de ahí el frío se
disipó, el hambre se nos sació y tú y yo, quedamos sellados con una intensa
promesa de juventud. Hoy que hemos vuelto a esta casa de nuevo y después de
tanto tiempo, a ambos nos tiemblan todos los sentidos y el calor es mucho más
tibio así como el frío, más sereno y mucho más maduro. También todas aquellas promesas que nos hicimos aquella fría tarde de invierno, a la salida del instituto.
Nani.
Julio 2019
se habrán cumplido las promesas? por el hecho de seguir estando juntos podría ser... saludos...
ResponderEliminarPodría ser JLO.
EliminarBesicos muchos.
Se cierra un ciclo.
ResponderEliminarSaludos.
Muy reconfortante es cerrar círculos Alfred.
EliminarBesicos muchos.
El tiempo atempera todo... Buen texto, Nani.
ResponderEliminarMuchas gracias Manoli. El tiempo todo lo modifica.
Eliminarbesicos muchos.
Promesas de juventud al calor de la pasión, creo que con el tiempo se cumplieron. La primera vez nunca se olvida. Saludos y abrazo amiga.
ResponderEliminarEso dicen Sandra. La primera vez, queda en el recuerdo.
EliminarBesicos muchos.
Me has hecho recordar... aynsssssssss
ResponderEliminarBesos.
Xavi, si es agrada ble, me alegro!!
EliminarBesicos muchos.
Nada más hermoso que el amor se perpetúe a través de los años, se mantenga la ilusión y se sigan cumpliendo promesas.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato.
Cariños.
kasioles
Muchas gracias y bienvenida a esta tu casa Kasioles.
EliminarBesicos muchos.