Mi aportación a Viernes Creativo: Escribe una historia, de Ana Vidal
Foto de Nieves Nieto
Foto de Nieves Nieto
Hay
días que no soy yo el que se refleja en el espejo, sino alguien que no conozco.
Detrás, una sombra negra que está envuelta en capa y capucha. No consigo
distinguir su rostro, pero intuyo que no es agradable por las formas en que
aparece, por esas manos que sujetan el espejo y por el olor que percibo. He
querido quitarlo, llevarlo al sótano o tirarlo, pero vuelve a aparecer en la
sala donde contaban mis antepasados hubo una tragedia. No consigo entender que pretende
el ser que siempre surge, qué quiere de mí y en qué consiste esa insistencia. A
veces me asusto, otras le pregunto pero no obtengo respuesta; entonces recuerdo
las enseñanzas infantiles y rezo, pido por su paz y es en ese momento cuando se
va difuminando, el olor desagradable se torna en aroma a rosas y me siento en
la silla que hay frente a ese espejo. Me sereno, salgo a la calle y es allí
donde consigo pensar con lucidez, pero desde que me pasan estas cosas, odio los
espejos, los escaparates y todo lo que me devuelva mi imagen o la de alguien
que esté cerca de mí, por eso llevo estos pelos, barba descuidada y muchas
veces el sombrero del revés. ¡No me asomo a un espejo ni muerto!
Nani. Noviembre 2019
Nani, ese espejo no lo quiero en mi casa, jeje
ResponderEliminarEl enigma de los espejos, a veces nos gusta lo que vemos, y otras nos tira para atrás, y apagamos la luz, y nos decimos, a otro cuento.
Me han gustado los giros de este espejo, aunque ya te digo, no lo quiero en mi casa. Esta historia viene muy bien ahora en esta fecha.
Un gran abrazo amiga.
Carmen, yo tampoco lo quiero, da yuyu, jajajaja,
EliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegro que te haya agradado.
Besicos muchos.
Nani, me ha encantado. No te hacía yo asidua al terror, pero me alegra haberme equivocado, porque ese espejo me ha parecido una buenísima lectura.
ResponderEliminarUn abrazo, guapísima.
Muchas gracias Rebeca. De vez en cuando no está mal meterse por esos vericuetos. Muchas gracias por tan bonito comentario.
EliminarBesicos muchos.
me hacés acordar al cuento de Wilde... está bien que tomes esos recaudos eh!
ResponderEliminarMuchas gracias JLO por pasar y comentar.
EliminarBesicos muchos.
Un buen manejo del suspenso, como para día de muertos!
ResponderEliminarmuy bueno.
Muchas gracias Meulen, me alegra que te haya gustado.
EliminarBesicos muchos.
Un entretenido y bien desarrollado relato.
ResponderEliminarAbrazo.
Muchas gracias Ernesto. Me alegra que te haya entretenido.
EliminarBesicos muchos.
Buen relato. Los espejos han sido testigos de muchas historias y aveces cuando clavas la mirada en ti frente al espejo puedes verlas......a mi me paso solo una vez y no volví a repetir el experimento. Saludos. Me encanto leerte y recordar aquella vez....
ResponderEliminarPor si acaso no hago ese experimento Sandra. Que una cosa el la ficción y otra esa realidad que cuentas.
EliminarA mí me alegra que me leas, muchas gracias.
Besicos muchos.
Qué bueno...
ResponderEliminarDa miedo eh... mira que si un día nos pasa eso...
Besos.
Espero que no Xavi, que me muero del susto, na más pensarlo!!
Eliminarbesicos muchos.
Inquietante!!!
ResponderEliminar;))
Besos.
Me alegro que haya resultado así, Alfred.
EliminarBesicos muchos.
Me ha gustado el relato, mantiene la tensión de principio a fin.
ResponderEliminarSAludos.
Estupendo Manuela que así te haya parecido, muchas gracias.
EliminarBesicos muchos.
¡Qué pánico! Seguro que yo haría lo mismo que tú, pero lo primero sería deshacerme de ese espejo y dejaría mi casa sin ninguno.
ResponderEliminarDespués... seguiría muerta de miedo.
Cariños.
kasioles
Jajajaja, Kasioles por si acaso, tampoco quiero un espejo así.
EliminarBesicos muchos.
Bonito e inquietante relato, que me ha quitado las ganas de mirarme a un espejo, pero, a ver quien es el valiente que los quita de casa, con cuatro mujeres que conviven conmigo.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Pues sí Manuel, a ver quién es el valiente de quitar los espejos en tu casa, jajajaja.
EliminarBienvenido a esta tu casa.
Besicos muchos.
Nada hay que temer, nada en absoluto; digo, nada. Yo también "imagino" cosas a veces, y me producen emociones; pero en realidad no pasa nada si las gestiono (bueno, es mi experiencia). Un abrazote
ResponderEliminarLa imaginación el muy gansa, Celebrador y tanto para escribir como para imaginar situaciones, nos puede jugar buenas o malas pasadas.
EliminarBienvenido a esta tu casa.
Besicos muchos.