Como
todos los días cuando me despierto, lo primero que hago es mirar por la ventana
y dar gracias por lo que se muestra ante mí. Estos días de calma absoluta, las palomas como el resto de aves, se posan
tranquilas en las ramas de los olivos que rodean la casa y disfrutan de su
habitad. Quisiera creer que esa quietud corresponde a días no laborables, en
lugar de esta situación surrealista. Vuelvo a la realidad y agradezco de nuevo lo
que tengo y lo que soy, antes de hacer la pregunta de rigor a los cercanos:
¿Cómo seguís?
Nani.
Marzo 2020