Teníamos
gana de vernos y nos citamos en el malecón.
Es un lugar emblemático al que llegamos con ilusión. Después de tanto tiempo
nos apetecía oler el mar y sentarnos bajo el árbol que plantara el abuelo. Dolor y empatía
por los que no han podido venir. Nos veremos más adelante, mientras tanto,
seguiremos con la vídeo-llamada. Será un verano para disfrutarnos al aire
libre. Correr por las mañanas y
tardes divertidas de libros, café y
té helado. Vacaciones familiares, con charlas interminables, sin besos y
abrazos, pero con mucha complicidad, porque sabemos que ahora todo se vive.
Nani.
Julio 2020