viernes, 6 de agosto de 2021

TODO HA CAMBIADO

 

 


Imagen encontrada en la red

Acabo de llegar a la playa a la que solía acudir con mis padres y hermanos. Allí alquilábamos un apartamento y todos apretaditos, disfrutábamos de unos días que se quedaron para siempre en los recuerdos más apreciados que he tenido. Todo aquello duró mientras fuimos críos. Ya cuando todos empezamos a tener escarceos amorosos en nuestra propia ciudad o en el lugar de vacaciones, todo se complicaba y mis padres decidieron que hasta que no volviéramos a ponernos de acuerdo, no habría playa, ni días de viaje en el pequeño automóvil familiar donde nos desplazábamos, que se calentaba a mitad de camino por la carga de cinco seres, sábanas, olla a presión, aceite del pueblo y las legumbres en cajas de galletas, además de nuestras propias mudas.

Mi madre preparaba temprano una comida de cuchara, para cuando volviéramos de los baños diarios, comiéramos con hambre canina, después de haber agotado las fuerzas que nos proporcionaban las tostadas con leche, de la mañana.

Íbamos con las hamacas, la sombrilla, las toallas y una nevera con agua, el tinto de verano de papá y todo lo que a mamá le había dado tiempo a preparar, para tener un picoteo entre chapuzón y chapuzón. Como éramos cinco, cada uno llevaba algo con arreglo a sus posibilidades y fortaleza. La vuelta era más penosa, pero la idea de unas lentejas con chorizo o unas papas con choco, nos daba los arrestos para llegar cuanto antes, para tragar como energúmenos en edad de crecer y de hacer trastadas, habidas y por haber.

Luego, la siesta a veces era la batalla campal, pero acabábamos rendidos si queríamos ir con la pandilla a tomar un helado y seguir gamberreando a nuestro antojo, junto a las chicas que también veraneaban año tras año, como nosotros.

Hoy al cabo de mucho tiempo, he vuelto a buscarte. Te dije que volvería y te buscaría hasta debajo de las piedras, pero aquel año ya no volvimos y no tenía ni tu teléfono, ni dirección alguna. Sabía que venías de La Mancha y tú supiste porque te lo conté, que llegábamos de la Sierra Sur jiennense. Con estas pistas por mucho que nos buscáramos era muy difícil encontrarnos, pero lo tenía que intentar en mi primera escapada en solitario y con mis propios medios, ¡para ello ya había ahorrado algunos euros! Y no, no te he encontrado, ni la plaza está lo mismo, la cala parece otra y hasta la arena creo que es más fina. ¡Es como si ya no hubiera nada de lo que había o  fuimos!

¡Nada sigue lo mismo, pero lo he intentado! He preguntado y hasta he ido a la heladería (esa sigue igual) y el dueño ya muy mayor, me ha dicho que recuerda cuando íbamos a tomarnos una leche merengada, ¡que éramos una pandilla muy salada! Por lo visto ella tampoco volvió.

 

Nani. Agosto 2021

15 comentarios:

  1. Todo cambia amiga. Muy buen texto. Saludos.

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    1. Como los días pasan y ya no somos los mismos.
      Besicos muchos.

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  2. Volver a donde pasaron cosas tan bonitas y no encontrar nada.
    Sé lo que es... y da mucha pena.

    Besos.

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    1. Siempre queda lo que fue. Otros no han tenido ni eso!!
      Besicos muchos.

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  3. Volver donde todo fue posible, siempre da más tristeza.

    Besos.

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    1. Pero lo compensa lo que hubo, no Alfred?
      Besicos muchos.

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  4. oh, ya lo creo que entristece...

    besos

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    1. Sin embargo creo que es bonito recordar lo bonito que fue, creo!!
      Besicos muchos

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  5. Volver es como abrir una puerta a la decepción la mayoría de las veces. Creo que tratamos de encontrarnos a nosotros mismos y ya nada es igual. En alguna ocasión no dejas de encontrar viejos amigos y ... bueno hay de todo.
    Un beso.

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    1. Ángel, abres la caja y ves todo lo bonito que has conseguido. Si no duró o no pudo ser, es por algo, pero lo que duró creo que se debe conservar con alegría.
      Besicos muchos.

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  6. Te pasaba lo mismo que a mi pero yo ya no recuerdo al venirme a Miami se me fueron los tristes recuerdos que aunque son bello angustian el alma muchas veces
    un abrazo para ti

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    1. Recomenzar, le pasaba al protagonista de mi relato. Suelo escribir ficción.
      Besicos muchos.

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  7. Ainsss... me has hecho regresar a mí también a esos veranos tan lejanos ya... y tan parecidos al que has contado.

    Nada vuelve a ser lo mismo. Ni mejor ni peor, pero todo es distinto.

    Me ha gustado mucho, Nani.
    Besicos.

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