https://www.centroperezsiquier.org/la-chanca-1956-1962
─ ¡Buenos días señora Rosario!
─ ¡Wuenas las tenga osté! ¿Otra’vé a cobrar los muertos?
─ ¡Señora, decesos que estamos delante de los niños y no debemos hacerles mal cuerpo!
─ ¡Los muertos, hay que jod… digo, eso que osté sabe y ensima no me quea un real en el bolsillo!! Toavía no ha venio mi hombre con el jornal y no pueo darle los dié reale. Otro mes que me las tengo que apañá como sea y empeñá mi mayor joya. El cuadro de mis papas. ¡Mal fario le den como no me lo cudie como el más presiao de la prestaera! Ya sé que toas las veses le igo lo mesmo, pero el marco ya sabe que tié un baño dorao de mucho parné, pero lo que no tiene presio, son los tres que están retrataos; mi papa, mi mama y la del sentro; una serviora cuando apenas tenía 15 resién cumplios, ¡qué tiempos aquellos y qué tiempos estos, sin un duro pa’pan y con tos los churumbeles muertos jambre!
─ ¡En fin señó de los muertos, qué agradesía por esta y por toas las otras, pero ya sabe osté!!
(Disculpas por el atrevimiento)
Nani. Septiembre 2021
Es un humor que en el fondo da tristeza. Y en cuanto a la foto... ¡De antología!
ResponderEliminarAlí, en los 50 había mucha tristeza y quise reflejarla.
EliminarBesicos muchos.
Ah... y me interesó lo de las palabras en quechua debido a una crónica que tiene que ver con Perú y que todavía no he publicado.
ResponderEliminarSon muy interesantes y será interesante ese artículo.
EliminarBesicos muchos.
Recuerdo al hombre que venía el primer sábado de cada meses a cobrar el recibo "de los muertos".
ResponderEliminarYo era un pequeñajo y aquel hombre me impresionaba.
Besos.
Creo Xavi, que todos lo hemos vivido en cierto modo.
EliminarBesicos muchos
Un texto muy bueno y real en aquellos tiempos,, que por la foto parece que sean los años 50
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es y eso he querido reflejar, Conchi.
EliminarBesicos muchos
Genial. Así hablan y sonaban mis abuelos...
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Me alegra habertelos recordado, Carlos.
EliminarBesicos muchos.
Me acuerdo de cuando el cobrador pasaba por casa y los apartados que hacía mi madre para pagar, y eso era algo muy serio, se tenía la sensación de que no pagar dejaba desamparada a la familia.
ResponderEliminarNani, me encanta cuando escribes con los dejes de tu tierra.
Un beso.
En todas las casas pasaba lo mismo. No iban en donde no había necesidad. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarBesicos muchos.
Qué bien nos has trasladado a esa época. Muy muy bueno!
ResponderEliminarLa prosperidad de los pobres es la acumulación de las deudas.
ResponderEliminarSaludos desde Colombia.