miércoles, 24 de noviembre de 2021

SR. JUEZ

El bueno de Juan solo quiere que lo dejen estar, hacer su trabajo y disfrutar de los suyos. Lo que no soportaban aquellos, era verle tranquilo, sonreír y ser una excelente persona. Por ello le pusieron zancadillas y le mancillaron.

Más tarde Juan delante del juez dijo:

─No tengo nada, ni quiero nada, solo que se vayan al carajo y me dejen respirar. Dejé

de hablarles porque decían, inventaban  y difamaban.  

─Solo pido Sr. Juez, que me dejen vivir. ¡La pura verdad, es que dije no al trapicheo!

 

ERA SU DESEO

El bueno de Juan no era lo que parecía, tampoco tan bueno. Era el mismo demonio vestido de arcángel. Empezó maquinando en la empresa de su familia. Después ascendió a concejal del partido en auge y subió los escalones del parlamento, aunque hubo una persona que le descubrió los ropajes verdaderos y también lo vio en paños menores. Ambicionaba pertenecer a una gran entidad y terminó en la ABP (asociación de basura personal), que es donde termina el despojo, por muy humano que sea.

 

Nani. Noviembre 2021