Al
quedarme sin trabajo, probé hasta a cantar por las esquinas, no dio muy buen resultado,
aunque algunas monedas gané con las que pude calentar el estómago.
Pues
como decía, hice muchas cosas y entre ellas la más divertida fue cuando viví en
la costa y puse un chiringuito donde vendía gusanos de seda en la época de verano,
cebos para los veraneantes que iban a pescar al puerto o al pequeño acantilado
y chuches para los niños que acompañaban a sus padres.
Me
lo pasaba de lujo, cuando los niños pedían a sus padres que les comprara una docena
de gusanos de seda, ya que de esa manera, o venía de nuevo a adquirid las hojas
de moral que recogía al amanecer, o tenían que ir ellos y como estaban de
vacaciones, era una lucha y un dilema que casi siempre ganaba el niño. A los
padres no les apetecía ir a las afueras a buscar las moreras y recoger todos o
casi todos los días, las hojas para que sus hijos alimentaran a sus mascotas
veraniegas. Decían que era un incordio (se referían a mí con ese apelativo),
ofreciendo esos bichos que tanto gustaban a sus hijos y yo pensaba que, si por
un hijo no se hace un sacrificio, por ¿Quién entonces? Sé de alguno que acabó
utilizando a los pobre gusanos de cebo, pero los peces que son muy listos, no
querían sino el que yo preparaba y del que tenía en exclusiva la receta.
¡Qué
bien me lo pasaba, con los que pretendían ser más listos!, no conseguían a
veces ni una pobre morralla, pero la culpa era de ellos, por su poca paciencia
y por creer que saben de pesca más que yo que nací en una barca de pescadores
de toda la vida. Ellos sabrán sacar patatas, escribir panfletos en las oficinas
y de debates en las reuniones de empresa, pero lo que se dice de pesca, ¡na de
na! Además, como a veces decía mi abuela: ¡Zapatero a tus zapatos! Cuando vengáis
a la playa de vacaciones, limitaros a tomar el sol, pasead y disfrutad, que los
peces los pescamos nosotros, los llevamos al mercado y después os los coméis en
el chiringuito playero o en vuestra casa.
¡Aprovechad
de ese tiempo de ocio y nos os estreséis con la pesca, si ya venís con el estrés
puesto!
¡Mirad
la puesta de sol y como lo mece la mar, recibid la salida de la luna o
levantaros a ver el amanecer y fijaros como lo acuna el agua, que hasta a veces
se escuchan las nanas y no os creáis que son cantos de sirenas, sino la mar que
canta al dios sol y la diosa luna! No hagáis caso a esos cuentos antiguos, las
sirenas haberlas haylas, pero ese don solo se les concede a unos privilegiados,
¡dicen!
Nani.
Febrero 2022
...Y hay talentosas escritoras, haberlas haylas, que son capaces de extraer textos e historias de donde no las haylas...
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Carlos, esta vez me has sacado los colores. Muchas gracias por tu generosidad.
EliminarBesicos muchos.
Un aplauso por ti , me encanto , y además cuanta razón ese refrán, cada uno al o suyo. Los veraneantes a disfrutar. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAgradecida siempre Campirela.
EliminarBesicos muchos.
De todo se puede sacar una historia y que bien lo demuestras Nani. Con está foto, no sé si seré capaz de escribir algo.
ResponderEliminarBesos.
Ánge, siempre agradecida por tus comentarios.
EliminarBesicos muchos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEse refrán me encanta por lo cierto. Un gusto leerte. Saludos amiga.
ResponderEliminarEl gusto es mío, Sandra.
EliminarBesicos muchos.
Si es que se lían ellos solos :D
ResponderEliminarBesos!!!
Así es, Verónica. Jajajaja.
EliminarBesicos muchos.
Que me dan ganas de ir a esa playa y no volver más...
ResponderEliminarBesos.
Pero Xavi, si tú la tienes a dos pasos!! Jajajaj, lo que es imaginar un lugar perfecto, no?
EliminarBesicos muchos.
Pues sí, una frase que se debe poner en practica, cada cual con lo suyo, que ya tenemos bastante. Te aplaudo amiga nani, por este excelente texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Recibo ese aplauso agradecida, Carmen. Es un placer recibirte.
EliminarBesicos muchos.
Encantador relato.
ResponderEliminarBesos.
La encantada de recibirte soy yo, Amapola!!
EliminarBesicos muchos.
Un texto que revela maestría, amenidad y ciertos toques de pícaro humor, que a todos nos toca y nos saca una sonrisa, Nani. Muy bueno, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo siempre.
Muchas gracias por esas cosas tan lindas que dices. Otro abrazo y
EliminarBesicos muchos.
Zapatero a tus zapatos jeje.
ResponderEliminarEstupendo texto, Nani.
Besicos.