Foto de la red
Tan
sumamente cansada estaba, que cuando nadé un rato y quise descansar haciéndome
la muerta, debí quedarme dormida. Lo cierto es que cuando quise darme cuenta,
estaba posada en una nube que me elevaba y me conducía mar adentro. No me
importó y tampoco me resistí. Me apetecía cambiar de aires, dejar de ver por
una temporada a mi jefe, mis compañeras que tan solo pensaban en ligar y
ponerse hasta los ojos de caviar. Por mi familia no me preocupaba, estaban de
crucero y tardarían en volver y como además somos muy liberales, tampoco se
preocuparían demasiado si me ausentaba. Me apetece mucho descansar y sobre esta
nube me siento en la gloria, así que no me importaría me condujera a ella.
Nani.
Abril 2022