Al día siguiente hacíamos como si nada hubiera pasado pero las manchas no se podían quitar; además preguntabas. Tampoco podíamos hacer creer que volvería algún día. Más tarde, mi pequeña Marina llorabas por las noches y pedías que volviera cuanto antes. Llegó un momento que no pude disimular, lloré y te abracé. Al fin pude decirte que padre la había apuñalado, que estaba en prisión y que ni uno ni otro, volverían.
Cuando me miraste, te acurrucaste en mi pecho y me dijiste que por lo menos, no te tocaría y que mamá te había narrado en un cuento, que un día se iría al cielo y que estaría bien.
Nani.
Septiembre 2022
El párrafo final me conmovió...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Dos párrafos desgarradores con toda una complejidad de vivencias y sentimientos. Gracias por este relato de tan dolorosa realidad
ResponderEliminarDebe ser terrible sentir esa sensacion de vacio, donde tus progenitores uno mata al otro y te quedas sin ninguno de los dos. Aunque él debería haber sido el muerto..Muy bueno .
ResponderEliminarBesos
Crudo y seco, sin concesiones, hay cosas que no se pueden suavizar.
ResponderEliminarBesos.
Senti uma estranha sensação Nani. Deve ser terrível uma situação destas!...
ResponderEliminarBesicos muchos
Tremendo micro, Nani, el tema muy duro, pero me gusta cuando salimos de nuestra escritura más "buenista".
ResponderEliminarBesos.
Un micro-relato que nos deja sin respiración, Nani...La vida es cruel y los niños en su sencillez tratan siempre de suavizar las circunstancias y adaptarse a ellas. Impresionante, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu fortaleza y rotunda claridad en las letras.
Jo... este es muy duro...
ResponderEliminarBesos.
Uff... escalofriante, mucho. Es demasiado real para no estremecerse.
ResponderEliminarMuy bueno, Nani. ❤