─
¡Te has colado con el salero!
─Salero,
si sabes que yo te quiero, qué por tu queré me muero y esa es la pura verdá,
yayayayaya…
─
¡No cantes joroba! ¿Nunca te tomas la vida en serio?
─
¡Serio eres tú, que siempre pareses un letrao!
─Es
que te estoy diciendo que te has pasado con el salero.
─
¡Salero el que tienes mi’arma, pero algunas veses na’más! ¡Mi mare desía que,
si estaba salá la olla del día, era porque andabas enamorá hasta las trancas!
─
¡Pues quiéreme menos y mejor jolines, que a este paso me va a subir la tensión
y me va a dar un patatús, como llamas a los males!
─
¡Pero que bonico te pones leche, cuando se te sube la bilirrubina, que sepas es
lo que te sube!
─
¡Madre de Dios, en la vida una conversación en serio!
¡Valeeee!
¡El próximo día te pongo el potaje más soso que un nabo, pero luego no te
quejes de que está esabrio!
─
¡Si es que no hay na, como un guisote sabrosito y con encanto! ¡No me asustan
las arrugas ni na de na, lo que me da pánico es no sabé sonreír y cantá, pa’que
la via baile a nuestra vera! ¡Jozú qué soso me ha salió el mario, con lo que me
gusta la esistensia con sal y pimienta! ¡Prefiero una muerte con sonrisas a una
con cara larga de vinagre! ¡Soso, que eres un soso, pero más bonicoooo!!!
Nani.
Noviembre 2022