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Aquella
vez salía mucho más contenta que otras veces. Había hecho al pie de la letra
todo lo que la persona de la que acababa de despedirse, le aconsejó.
Fueron
días, meses e incluso más de tres años siguiendo sus recomendaciones, algunas
de ellas dolorosas y muy costosas de sobrellevar, pero ahora pensaba que había
merecido la pena.
Salía
de aquella consulta, con un documento de alta, que valía más que ningún diploma
o master. Aunque lo que más importaba y valoraba, es que le aseguraba que el mal
ya no estaba y su cuerpo.
Volvía
a disfrutar el aire de la calle y miró al cielo. Una bonita nube le daba la
bienvenida y le recordó, a los que le dieron siempre fuerza y esperanza.
Nani.
Marzo 2023