sábado, 25 de marzo de 2023

PRÓXIMOS PROYECTOS

 


Si Dios quiere, así será. Imagen de @wordsdiaryyy



Siempre observé la profesión de mi abuela materna y como mi madre y sus hermanas, mis tías; eran las modistillas que en su taller realizaban vestidos de fiesta, novia o sencillos trajes de diario, para señoras, jovencitas y niñas.

Ella me enseñó a ensartar una aguja y hacer el repulgo (así llamaba al nudo que se hacía al hilo), para que no se escapara cuando comenzaba a sobrehilar. Aprendí con muy corta edad y después, a coser los bajos, encarar patrones e hilvanar piezas.

Cuando comprendí que la abuela que era por entonces la jefa de aquel sencillo taller y que confiaba en mí, le prometí seguir su misma vocación.

Al comunicarle mis propósitos y escuchar la palabra “vocación”, me dijo: Ay niña, ¡qué sabrás tú de mi vocación, era lo que había y en la vida me planteé nada más! Tu bisabuela me metió con tu edad en el taller de doña Manolita. Entonces no te planteabas vocaciones ni nada de nada, ibas a ganarte unas perras gordas en dónde tus padres podían colocarte, no había planteamientos y cuidadito si protestaba. Lo que podías recibir era un guantazo, ¡no había otra! De todas maneras, preciosa mía ─siguió diciendo─, si quieres seguir esta profesión, prométeme que te vas a formar y vas a tener un verdadero taller, para crear vestidos de esos que se ven en las revistas que tengo guardadas y que tanto te gusta mirar, o como los que salen por la televisión en los desfiles. Te pido que seas una de las mejores y disfrutes con tu trabajo. No lo hagas porque es lo que siempre has visto o porque creas que debes seguir haciendo lo que tus mayores. No limites tu conocimientos y si a ello te vas a dedicar, no pongas límites en diseños masculinos o femeninos, o ambos. Al menos, que tengas los suficientes conocimientos para aceptar o rechazar. No me gustaría que te vieras obligada a hacer lo que justamente te de comer, ¿entiendes lo que te digo?

Cuando ocurrían estos episodios, siempre la miraba muy fijamente y asentía con mi cabeza, hasta que un día le dije: ¡Abuela, te prometo que me formaré y siempre estarás orgullosa de mí!

Así fue y ahora, me encuentro terminando la formación de diseño en corte y confección. Estoy orgullosa de mis logros y sé que, en breve tendré el lugar y por supuesto, me encontraré rodeada de bellas telas, colores, diseñaré todos esos modelos que he ido guardando en mis carpetas y tendré un nombre, pero, sobre todo haré lo que desde muy pequeña he ido marcando en mi catálogo de proyectos.

 

Nani. Marzo 2023


9 comentarios:

  1. muy buen micro, nos llevas a reflexionar, que siempre hay que hacer lo que realmente queramos, no lo que nos impon gan otros o nosotros mismos por seguir una tradición familiar. Si gusta y apetece hacerlo bien, pero no nos impongamos nada de lo que no queramos. Muy bueno Nani. Un beso y feliz fin de semana

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  2. Aprendiste y ahora podrás enseñar...
    Abrazo hasta vos.

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  3. Un proyecto que se ha terminado y que ahora dará rienda suelta a tanta imaginación y puntadas , donde hacer lo que en verdad gusta.
    Eso si es cierto felicidades, y si un texto es magnifico , es algo que tenemos que tener presente hacer lo que gusta se saca más provecho. Un besote .

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  4. Hermosos proyectos bien entendidos. Bravo 👏👏👏👏

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  5. Nani, qué bien nos expones cómo tratamos de seguir la tradición familiar muchas veces...Pero lo importante es ponerle ganas para superarnos y no quedarnos en la rutina y la costumbre...Muy bueno, compañera.
    Mi abrazo entrañable y mi cariño, Nani.

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  6. Como en tantas otras cosas hay que seguir el camino del corazón.
    Tener una profesión que nos guste es un privilegio.
    Besos.

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  7. Un texto muy bonito y entrañable. Besos

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  8. ¡Me has emocionado! Con qué sencillez nos lo cuentas y de qué manera tan admirable se recogen esos deseos y ese apego tan hermoso a la abuela. Seguro que todo saldrá bien, será un éxito personal conseguido.
    Un gran abrazo, Nani.

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  9. Muy bueno, Nani.
    La diferencia entre necesidad y vocación.
    El contrapunto literario entre los opuestos.

    Besos.

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