lunes, 19 de febrero de 2024

VIAJE A NINGUNA PARTE

 


 Imagen de Amalia Márquez @amaliamarquez

Aparqué y allí en medio de la nada, encontré un puesto que me atrajo y me recordó los que ponían en las ferias del pueblo, donde podía adquirir pipas saladas de girasol y tabletas de chocolate que combinaba y disfrutaba, degustando ambos sabores al mismo tiempo, haciéndome subir al cielo. Mis papilas gustativas siempre se activaban, cuando les ofrecía ambas combinaciones. Disfrutaba lo mismo que en el circo cuando me reía hasta casi desfallecer con los números de los payasos, así como me sobresaltaba con las parejas de trapecistas que conseguían que mi corazón volara con ellos y se saliera casi por mi boca, cuando se les escurría una mano, o caían a la red.

Pero volviendo a lo que me hizo aparcar y llamarme la atención, fue el tenderete frágil y casi en ruinas que había en aquella carretera que me conducía, aún no sabía a donde.

Bajé del coche y me acerqué, con la intención de pedirme mis dos sabores favoritos. No había degustado ambas combinaciones desde quizá, cuando iba a la facultad y había exámenes. Aquel capricho me ponía las pilas y creía que me ayudaría a conseguir una buena nota. Más tarde comprobé que si no estudiaba, por mucha combinación de chocolate más pipas de girasol, el milagro no se producía en cuanto a nota, subir a cielo sí que subía, porque me transportaba la sensación de placer que ambos sabores siempre me han proporcionado.

Cuando estuve delante de la persona que regentaba el quiosco, pude percibir que, si compraba algo de alimento, lo único que conseguiría sería intoxicarme. Aquellos artículos eran todos del año de Maricastaña, por lo que opté por un periódico que podía ser una joya, ya que todo aquello estaba detenido en el tiempo. La prensa era del día 20 de julio de 1969 y en primera página, la foto enorme de un Neil Armstrong, joven, sonriente y feliz. Pedí uno de los ejemplares, pagué y salí de allí como alma que lleva el diablo, algo me decía que o me había salido de mi dimensión o estaba a punto de entrar en otra. Nada me parecía coherente y diciéndome interiormente: “Pies para que os quiero”, monté de nuevo en mi furgoneta, puse el GPS que me indicó que girara a la derecha y después a la izquierda, para seguir al frente y entrar en el mundo de los cuerdos o los vivos, porque aquello fue un poco loco y sin sentido.


Nani. febrero 2023

 

 

10 comentarios:

  1. La imagen es desde luego interesante dado qué en poco espacio tiene de casi todo, eso si caducado ajajja. Un buen texto. Buenas y feliz noche.
    Besos.

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  2. Hay que vigilar y estar en guardia de esas tentaciones.
    Brillante. :)
    Abrazo.

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  3. Yo me hubiera quedado.
    Me gustaba más aquel mundo.

    Besos.

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  4. Un auténtico salto al pasado, qué emocionante.
    Besitos.

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  5. A mi me hubiera entrado un pánico tremendo. Interesante relato Nani.

    Abrazos.

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  6. escribes muy lindo
    Saludos y un !!!!!!Te quiero!!!!!!

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  7. Hay otros mundos pero están en éste, decía Paul Éluard. De modo que te creo, Nani, una vez más...

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  8. Viaje al pasado, me encanta, ojala y se pudiese viajar al pasado y quedarme allí. Bueno, no tanto, estoy bien así aunque este lapso no me termine de agradar. Y me ha dado un poco de yuyu. Sí, escribes muy bien nani.
    Feliz noche. Un abrazo

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  9. Yo me hubiera quedado un poquito más :)
    Y buscaría la manera de volver cada tanto.

    Besos, Nani.

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  10. Un viaje a los recuerdos...
    Me encantó 👏👏

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