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Hoy
he discutido de manera acalorada y no he podido salir victorioso. Se ha
mostrado ufano e incluso agresivo y lo he dejado que descansara. Decía que no
lo cuidaba y que necesitaba un poquito de masaje, para afinarse y ser más suave.
La verdad es que tiene razón, últimamente me he volcado en otras cosas y he
descuidado su pulimiento e incluso he estado a un milímetro de lesionarme, por
mi insistencia y su resistencia. Al final he desistido y me ha aconsejado que
cogiera ese nuevo utensilio que me resisto a usar. Después de un poquito de
paciencia, he conseguido pelar las patatas y el cuchillo lo he llevado a afilar.
Así evitaré cortarme y él, enfadarse por el poco aprecio que le demuestro en
ocasiones. Y es que lo cotidiano a veces, lo descuidamos y hasta los cuchillos
se nos revelan.
Nani, marzo 2023
Algo te ha hecho para que le demuestres poco aprecio? La cotidianeidad es espejo...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos, Nani.
Muy buena moraleja y qué acertadas palabras, a veces tal vez mucho más de lo que es necesario, dejamos por sentado que lo cotidiano no necesita a atención, gran equivocación. Un aviso de que hay que cuidar hasta lo más inanimado. Un beso, Nani.
ResponderEliminarTu escrito de hoy va mucho más allá de unos simples utensilios de cocina, que también, a su manera, acusan nuestra falta de atención.
ResponderEliminarPero toda relación que no se cuide, y sea del tipo que sea, acusará tarde o temprano y pedirá a gritos atención.
Me ha encantado.
Cariños.
Kasioles
Es cierto.
ResponderEliminarNo damos importancia a lo cotidiano y eso no es justo.
Besos.
Todo requiere cuidado y atención, porque si no se nos revuelve y nos puede dañar, asi es amiga...Los cuchillos son una buena metáfora de la vida.
ResponderEliminarMi abrazo siempre, compañera de letras.
El truco siempre está en lo cotidiano.
ResponderEliminarQué imaginación tienes... Muy bueno!
En lo cotidiano hay mucho, aunque nos parezca rutinario.
ResponderEliminarBesos, Nani.