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En las manos me
cabe la primavera, el verano, el otoño y el invierno.
En las manos me
cabe la luz del día y el silencio de la noche.
En las manos me
caben los frutos del naranjo o los jazmines mustios.
En las manos me
caben las ilusiones para que no se escapen.
En las manos me
caben los cielos azules, los rojos infiernos y hasta
la vida que se
escapa por momentos.
En las manos me
cabe lo que debo atrapar,
para que no se lo
lleve un huracán y me arrebate lo que no es suyo.
En las manos me
cabe la vida,
sí, la vida.
Nani, abril
2024