Magistral obra de Banksy, GAZA
Fui
reportero de guerra, emigré a miles de sitios y desde que me ocurrió lo que voy
a narrar, ya no pertenezco a ningún lugar.
Cuando
revelé el carrete de mi vieja Réflex me quedé impresionado. Nunca hubiera
imaginado que en aquel columpio por el que pasaba todos los días del trabajo a
casa y viceversa, solitario y ya oxidado, iban a quedar las huellas de aquellos
niños que ocuparon sus asientos y que un día fueron felices, asidos a las
cadenas e intentaban subir hasta el cielo.
Las
guerras y los conflictos a los que acudí me marcaron. Las desapariciones tras los
bombardeos me dejaron tocado, aun sabiendo que era mi trabajo, pero nunca tanto
como al comprobar que en una de las fotos que hice un día, ya hace mucho tiempo
y tenía olvidadas entre mis cachivaches, quedaron esas pequeñas sombras
infantiles aferradas a sus asientos, intentando prolongar sus juegos, sus
ilusiones y sus esperanzas, todas ellas frustradas y enredadas en ese columpio,
pendientes de algo que creo no hemos sabido gestionar los seres humanos,
esperando les demos un descanso. Desde entonces, no pertenezco a esta vida ni a
ninguna que pueda imaginar, me quedé atrapado con ellos.
Nani,
junio 2024
La imagen es impresionante y muy esclarecedora.
ResponderEliminarUn abrazo, Nani.
Hay hechos humanos (e inhumanos) que quedan grabados para siempre. Bien contado, Nani. Un abrazo.
ResponderEliminarQue buen micro,Nani
ResponderEliminarEstupendo me quedé atrapada a él.
Un besazo.
Una profesión que marca tu vida para siempre.
ResponderEliminarMi aplauso para ellos.
Siempre pense que una profesión como la tuya debia ser hermosa,por primera vez me doy cuenta que tiene una arista dolorosa.Lo cuentas muy bien.Te dejo un abrazo!
ResponderEliminarTu relato, Nani, es muy triste y preocupante. Tu profesión requiere valentía, talento, respeto y humanismo!
ResponderEliminar¡Una imagen vale todas las palabras!^
Besicos muchos.
Great blog
ResponderEliminarTu prosa es el impecable epígrafe que necesitaba el trabajo de Banksy.
ResponderEliminarBien hecho de nuevo, Nani...
Impresionante foto de Banksy, Nani...Tu texto le hace honor y nos relata el dolor y la tristeza de esas huellas, que siguen en espera de conseguir la paz definitiva...Duele mirarla y ser conscientes del derrotero del mundo actual, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable por tu solidaridad y buen hacer, Nani.
Conmovedora la fotografía y conmovedor el texto. De los que ponen las conciencias del revés, y tiñen los corazones de doloroso gris. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarTerribles son las guerras, todos salen perdiendo, excepto los que las propician.
ResponderEliminarExcelente relato!
Un abrazo de anís.
Grande Banksy, grande tu texto.
ResponderEliminarNo paran de matar.
Mucho blablablá los que pueden acabar con esto y no hacen nada.
Besos.