Imagen subida de internet
El
obrador huele tan rico, que quienes pasan por delante no pueden resistirse a
empujar la puerta, para llevarse una barra de pan, un campesino o unos roscos
lustre de esos que quitan el hipo.
El
local está regentado por Lola y su marido, donde todo lo comparten incluidas
sus miradas, que suelen cruzarse de manera especial cuando derraman el chocolate
sobre los bizcochos de naranja u otro cualquier manjar. El lenguaje que ellos
practican, no necesita de palabras porque ambos saben, que hubo un tiempo que
mitigaron algunas penas y malos momentos con un ritual, que los hizo
felices y a veces, procuran que sobren algunas coberturas que ellos saben
utilizar como nadie, en sus juegos más íntimos y sabrosos.
Dulces miradas, dulce trabajo.
ResponderEliminarEl olor a pan y dulces anima la libido ajajja.
Un besote.
Ese chocolate de cobertura, ta rico sl descubrirlo...
ResponderEliminarAbrazo.
El pan y los dulces están bendecidos por el amor, que sienten los protagonistas de ese obrador...Precioso Nani.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado por tus buenas letras.
Eso es tener una vida dulce... en todos los sentidos.
ResponderEliminarBesos.
Son picarones y golosos. 👏👏👏
ResponderEliminarJajaja, muy sugerente!
ResponderEliminarVaya, todo el mundo se apunta a lo mismo...
ResponderEliminarY yo preguntándome ¿qué será será? :))))))
Abrazos.
Me encanta, Nani, hasta aquí me ha llegado el olor a pan , a chocolate... delicioso relato!
ResponderEliminarBesicos mil
Este obrador sabe compartir porque no entiende este mundo egoísta en el que vivimos! ¡Deberia haber muchos obradores así!...
ResponderEliminarBesicos muchos, Nani.
Súper dulce y sabroson ...Buen domingo. Besos
ResponderEliminarEl lenguaje de esas miradas que lo dicen todo, Nani... Como cualquier relato tuyo, aún con pocas palabras, pero siempre repleto de miradas en voz alta...
ResponderEliminarSolo de ver esas tartas de la imagen, se me hace la boca agua. Una maravilla, que esa pareja siga endulzando su relación con su toque dulce personal.
ResponderEliminarSonrío.
ResponderEliminarDesde luego parece un buen oficio. Se ve que estar entre dulces y aromas hace bien.
Besos, Nani.
Nos dejas un delicioso relato. Besos
ResponderEliminarUhmmm... parece que saben sacarle todo el dulzor a su rutina diaria.
ResponderEliminarMuy bueno!