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Se está haciendo mayor papá y se le nota por días. Ya está perdiendo facultades. Le hemos quitado de su alcance la caja de herramientas y muchos otros objetos que pueden ocasionarle un accidente. Hace unos días quiso colgar un cuadro que hay en el trastero y que nunca tuvo interés en colocar. Al intentar hacer el agujero para la alcayata, que por cierto lo hizo demasiado bajo porque ya su estatura ha menguado, ha ocasionado una grieta en el tabique que ha costado restaurar, pero lo que es peor, es que quiere seguir haciendo algunas cosas que hacía antes cuando tenía lucidez, pero las facultades no le acompañan.
Esta
madrugada me han despertado unos ruidos extraños, me he levantado de la cama imaginando
que hubiera sucedido algo raro y me lo he encontrado todo sofocado e incluso
diciendo palabras mal sonantes, cosa que nunca le había escuchado. Cuando le
pregunté qué hacía, me ha contestado que buscaba el Espíritu de la Navidad. Me
ha dejado un poco desconcertada, aunque viendo su proceso, de momento he
pensado que de nuevo tenía un ataque de pánico o de olvido. Dice que se ha
despertado pensando que no recordaba donde lo colocó el año pasado y que
incluso, se ha llevado a sus hijos pequeños y que debe haberlos escondido, por
lo tanto, debe recuperarlos y también su alegría en la vida y en las fiestas
navideñas, que todo lo que quería se lo ha quitado. Insistiendo en que estaba
siempre de otra manera y que ese puñetero e infame espíritu, le ha robado
muchas cosas.
He
intentado tomarlo con calma y le he respondido que su hija pequeña soy yo, pero
al escucharme se ha puesto como un basilisco. Me ha respondido que su hija
lleva trenzas y no el pelo de señora cuarentona y que además soy la hija de la
Petra, la maestra del pueblo, la que lo castigaba cuando no hacía los deberes.
Que estoy en su casa para acusarlo de cosas malas y que sus padres no le
dejarán ir a ver las películas de Cantinflas, si creen a la maestra.
Pobre
papá, busca el Espíritu de la Navidad y dice que soy la hija de la maestra. En
eso tiene razón, pero no coordina. Ya no recuerda que Petra y mi madre fueron
la misma persona y también, maestra del pueblo y su esposa, todo lo mezcla y ya
no sabe a veces ni quien es.
No
sé cómo voy a hacer para hacerle razonar y decirle que el Espíritu de la
Navidad está dentro de nosotros, que todo depende como nosotros vivamos este
tiempo y que no se trata de despilfarrar, sino de sentir una fe o maneras de
vivir. ¿Cómo le explico que fue él junto a mamá, quienes nos enseñaron lo que
eran unas fiestas en familia, prepararnos para pasar la Navidad reunidos disfrutando
de unas tradiciones y creencias que todos sentíamos?
Al
final y tras mi explicación, me ha mirado con duda, se ha puesto a llorar como
un niño pequeño y me ha dicho que no quiere que le roben sus cosas. Que no
quiere que el espíritu malo de la vida, lo deje sin lo que tanto quiere, que ya
no sabe bien quién es, que no sabe nada, y...
Por
fin, lo he llevado hasta donde tenemos colocado el nacimiento que precisamente
lo montaba siempre con nuestra ayuda y le he pedido que ordene las figuritas, que
seguro ahí encuentra lo que busca. Al cabo del rato lo he escuchado cantar el
villancico “Los peces en el rio” y “Ande, ande, ande la Marimorena…” y se ha
tranquilizado. Más tarde, cuando le he llevado un vaso de leche calentita, me
ha dicho que ya ha encontrado lo que buscaba, que estaba debajo de la piedra de
lavar que tiene la lavandera y en la cueva de piedra, donde se encuentra una
mula y un buey, un hombre y una mujer con un bebé, recordando es el que todos
los años nace para memorar el significado de la Navidad.
La
verdad es que después de escucharlo, he sido yo la que casi he llorado. He recordado lo que siempre celebrábamos en casa y lo bien que todos lo
pasábamos. Ha sido un momento en el que he sentido nostalgia, pero ha pasado a
la alegría de saberme afortunada por haber tenido una vida llena de amor.
#cuentosdenavidad
2024
Nani,
diciembre 2024
Qué ternura, Nani, precioso y bien navideño relato, entrañable, como ha de ser una bonita Navidad.
ResponderEliminarMuy feliz Navidad para ti y los tuyos, paz, luz e ilusión
Besicos mil
Un cuento de Navidad precioso, gracias por este regalo. Que pases unos días felices junto a los tuyos. Besos
ResponderEliminarMagnífico y entrañable.
ResponderEliminarTe deseo que tengas una Navidad muy feliz y que todo te vaya muy bien.
Pues he de decirte que si la protagonista del cuento casi ha llorado, yo si he llorado alguna lagrimilla se ha escapado. Porque no he podido leer una cosa más linda y tierna, eso sí, que es el espíritu de la Navidad, la unión de la familia, y tener a los padres, aunque mayores con uno.
ResponderEliminarMe has hecho recordar a los míos, aunque siempre estén en estas fechas se les echa tanto de menos.
Gracias, Nani por tan bonito cuento. Te deseo una muy feliz Nochebuena y Navidad. Besos.