DENTRO DE UNA BOTELLA

Fotógrafa nacionalizada en Argentina de nombre, Grete Stern.

 

Un día me preguntaron cuál era el sueño que me gustaría hacer realidad y tras pensar un rato, dije que me gustaría tomar una pócima como hacía Alicia.

Mi deseo era hacerme tan pequeña que pudiera meterme dentro de una botella y ser taponada y lanzada al mar, lo mismo que si fuera el famoso “mensaje en la botella”. Viajaría y tendría el poder de salir en el lugar al que me llevara al azar, las olas o me arrastrara la marea. Llegar a una isla desierta y pasar unos días comiendo coco, vigilando y descubriendo animales o vegetación desconocidos. Llegar a un país lejano y conocer sus ciudades, museos o aprender sus costumbres, saborear sus platos típicos y una vez conocido el lugar, volver a la botella y buscar otro lugar o más bien, aparcar por así llamarlo, en un lugar nuevo. Llegar a ser en algún momento la reina de Saba, Nefertiti, Mama Ocllo o por qué no, el rey Midas por un momento y saber de su exagerada ambición.

Tanto y tanto deseé este sueño, que un día me vi arrastrada y revolcada por las olas y observar las profundidades. El mar oscuro me daba un poco de miedo y, sobre todo, pensar quedarme atrapada entre corales y peces voraces, pero tuve la suerte de que un pulpo adulto llegó y estuvimos interactuando. Nos llegamos a entender tan bien, que casi lo consideré mi hermano. Me ayudó a salir de entre los corales, me arrastró hasta tierra firme y aquí me encuentro, dentro de la botella y no consigo salir. Debe estar oxidado el tapón o lleno de arena y ahora no se si hubiera sido mejor seguir viviendo junto a mi amigo pulpo, son muy inteligentes y lo mismo hubiera aprendido mucho más o seguir aquí esperando que alguien me ayude a salir, aunque…, creo que en el bolsillo tenía un caramelo de los que me hacer crecer y puede que la fuerza rompa la botella. Me lo voy a pensar, porque de seguir aquí dentro sin nutrientes y no llevo nada más que ese caramelo dejaría de existir, así que me lo como sí o sí.

Nani, noviembre 2025