miércoles, 29 de diciembre de 2010

REVUELO EN LA COCINA





… y empezó a sofreír la cebolla cuando notó que se movía algo al fondo de la cocina.

Se le erizaron los vellos pensando que pudiera haber entrado un mal bicho por alguna rendija de la ventana o la puerta y con mucho desasosiego se acercó al lugar donde le pareció que el movimiento se producía y a pesar del pánico que le embargaba solo pensar en algo desagradable, se armó de valor y allí estaba escoba en ristre moviendo la orza de la pringá, la de las aceitunas partidas y la cántara del aceite. No encontrando nada movió también la canasta con los roscos de vino que había sacado del horno y que esperaban a que unas manos (muy probablemente las suyas), los metieran en bolsas de a diez para así ir sacando en la fiesta de cumpleaños y repartir el resto a los invitados al término de la jornada.

Como no encontró nada y su inquietud se relajó, volvió con apuro a los fogones donde había dejado esa cebolla que empezaba a confitarse y no podía descuidar. Había comenzado por lo que sería el adorno y complemento de la receta “Mil hojas de berenjena con queso de cabra y reducción de vinagre de Módena al chocolate”. Ahora debía continuar cortando las rodajas de berenjena e ir poniendo a la plancha con unas gotas de aceite para hacer sin que resultaran grasientas y mientras tanto, ir preparando las porciones que harían las cubiertas de queso fresco de cabra y gratinar con unos toques de soplete…, pero volvió a escuchar algo que no era normal en aquella su cocina pareciéndole percibir el movimiento de la panera que había quedado encima de la mesa.

De nuevo le corrió un ligero escalofrío por la nuca y casi no se atrevía a mirar abiertamente, cuando notó que algo brillaba tras la jarra del agua. Miró más atentamente y vio dos ojos brillantes como fuego, que la miraban a través del trasparente cristal de la jarra. Se acercó para ya asegurarse del hecho y cuando apartó con gran cuidado la jarra, disparado saltó un animalito negro como el tizón que asustado y enfurecido maullaba enloquecido al verse acorralado.

Intentó serenarle y al ver que no lo conseguía y que se agazapaba es una esquina de la cocina, se le ocurrió coger un plato viejo y llenarlo de leche. Lo posó sobre el suelo cerca del minino y este que parecía hambriento, se lanzó a él lamiendo sin parar, pero mirando de vez en cuando con desconfianza.

Volvió a la plancha donde terminaban las berenjenas de hacerse y estando en su punto, comenzó a colocar en un plato cuadrado, blanco y muy moderno, donde puso por capas las berenjenas con el queso. Gratinó con ayuda de un soplete y como colofón, terminó con la cebolla que confitada ahora esperaba su turno, rociando con la reducción de vinagre de Módena y adornando con unas escamas de sal maldon.

El gatito seguía ahora mirando hacía su persona y reclamaba otra poquita de leche o manjar similar que le mitigara el hambre de su huérfana vida. No sabía el felino que allí no era el sitio donde él debería estar, así que sacó el mismo plato al patio con una olorosa sardina donde empezó a dar cuenta de ella, intuyendo que no podría entrar nunca más al lugar de donde había entrado de polizón.

Nani.


Deseo que paséis una feliz Nochevieja y que 2011 os conceda todo lo que en el fondo de el alma deseáis.


domingo, 19 de diciembre de 2010

CRECE LA VIDA



Fotaleza de la Mota tomada desde el parque de los Álamos ©


¡De acuerdo, pero sin prisas! Los árboles no crecen de la noche a la mañana y yo quiero que tengas tu propio árbol. Vamos a ir al vivero y buscamos la semilla que nos aconsejen adecuada para este clima y con tus propias manos harás un hueco en la tierra y después introduces en él esa semilla. Luego, todos los días tendrás que regar y de vez en cuando, abonar y remover la superficie. Verás como primero sale como una hierbecilla que irá creciendo y poniéndose más gordita y alta, hasta que tenga apariencia de planta. Más tarde, será un tronquito más grueso que crecerá como tú. Seréis como gemelos y es entonces cuando podrás decir que ese árbol forma parte de ti, que es la vida que crece a tu par.


Nani. Diciembre 2010.





Deseo que paseis unos días llenos de felicidad. Que encontreis la paz que a veces se escapa por las rendijas de las puertas que no cierran bien y que recibais y deis todo lo bueno que tiene la vida.

FELIZ NAVIDAD

sábado, 11 de diciembre de 2010

LA MALA CABEZA


Caminaba pensativa con la cabeza en la mano (como siempre desde que cumplió trece años), algo no muy habitual pero las cosas eran así.

Siempre le decían los amigos que andaba de cabeza, pero ella creía más bien que andaba con los pies, otra cosa era que los pensamientos los llevara siempre entre las manos. No era normal pero eso era otra historia que no pensaba contar con pelos y señales, aunque para que se entienda algo, debería explicar que nació como todas las personas con la cabeza sobre los hombros, aunque a los trece años hizo un pacto con una hechicera que vivía en el monte y que a cambio de un favor que por aquellos días era muy relevante para su vida de trece años, debió dejarle la cabeza por una noche sobre la mesita de sus brebajes y el precio que pagaba ahora, era caminar con ella entre las manos y a veces, con dolor de cabeza ocasionado por su mala testa.

Cuando creció, entendió que nunca debió dejar la cabeza a nadie por muy importante que fuera el motivo. La cabeza debe permanecer siempre en el mismo sitio, así nunca hay confusiones de ideas, ni caras raras al mirar un cuerpo sin esa cosa que ahora debe llevar agarrada. Ni olvidos, porque a veces se olvida de ella y andar descabezada como un boquerón, es algo que confunde mucho e incluso, algún que otro respingo ocasiona.

Nani. Diciembre 2010.