Esperaba al domingo para descansar. Esperaba el fin de semana para ir a visitarla. Esperaba que el sábado y el domingo, le proporcionara un respiro. Esperaba que dos días a la semana, le abrieran el corazón a la luz, ya que el invierno estaba resultando largo y frío y empujar la puerta de aquella casa, era como el sol de primavera. Esperaba tocar el timbre de aquella casa como cuando era pequeña y que aquellas manos ya arrugadas le abrieran (a pesar de tener llave), como cuando volvía del colegio. Esperaba ensanchar el alma, con el aroma a lavanda que siempre tuvo aquella vivienda. Esperaba oler el puchero de los días festivos. Esperaba escuchar los alborotos y discusiones de sus hermanos, deslizarse por el hueco de las escaleras. Esperaba recorrer el pasillo y antes de llegar al despacho de papá, notar el dulzón olor que despedía la cachimba de madera. Esperaba empujar la puerta del patio, y ver los rosales florecidos, las macetas de perejil, albahaca y el lilo en flor. Esperaba subir las escaleras, dejar su chaqueta sobre la cama y sonreír, pensando en la bronca por no guardarla en el ropero. Esperaba acercarse a la ventana, para mirar a través de los cristales y ver a los chiquillos rodilla en tierra, jugar a las bolas y al trompo, mientras las niñas saltaban a la comba entonando una dulce canción. Esperaba todas esas cosas, mientras metía la llave en la cerradura y darse cuenta que todo aquello sucedió hace millones de años.
Esperaba…, mejor esperó en el rellano, sonrió y pensó que era inevitable que acudieran esos pensamientos dulces, cálidos y llenos de ternura, que siempre le hacían el día a día mucho más sabroso y que le cargaban las pilas, todos los fines de semana.
Nani. Febrero 2009.
pero creo que es una dulce espera....
ResponderEliminarVivencias que se esperan volverlas a vivir y un día solo quedan en espera.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo bonito es tener esos recuerdos, una infancia totalmente feliz, qué más se puede pedir?
ResponderEliminarBesicos
Todas esas sensaciones son las que hacen que una simple casa se transforme en un hogar.
ResponderEliminarY pululan como fantasmas por las esquinas, llenando los rincones de risas, de emoción, de lágrimas contenidas...
A veces nos gustaría volver a vivirlos... ¿verdad?
Un besito, cielo.
Nani querida, creo que un recuerdo feliz de infancia, es un tesoro muy valioso y lo mejor de todo es que tiene el olor, color, temperatura, latires... todo, todo tan intacto como cuando se vivió.
ResponderEliminarPara ser una persona feliz, los recuerdos felices de esa epoca son tan importantes como el pan de cada día. No crees?
Besos
En ocasiones especiales, como es el caso de "Esperaba" podemos apreciar en toda su dimensión, la gran cantidad de registros que tenemos sobre un lugar. Y que convierten ese espacio en ÚNICO para nosotros.
ResponderEliminarEs maravillosa la forma en que se dan la mano, estrechamente, ese conjunto de sensaciones.
Bellísimo Nani mía!
También mi amado poeta ciego inmortalizó en el poema de Adrogué, letras ad hoc que dicen más o menos así: "Como pude perder aquel Orden, de humildes y queridas cosas, inaccesibles hoy como las rosas, que dio al Primer Adan el Paraíso" Borges
Te abrazo mi alma, con todo cariño!
La infancia que nos acompaña siempre. El recuerdo es dulce cuando siguen con nosotros las personas con las que compartimos esos años tiernos. Pero se torna triste cuando ellos se marchan de la vida real.
ResponderEliminarLa vida es movimiento y el pasado queda atrás, para recuperarlo cuando abrimos esas cajitas de recuerdos.
ResponderEliminarBesos.
¿Estoy oliendo las patatas con carne de mi abuela? hay cosas que solo apreciamos cuando nos hacemos mayores... besitos varios.
ResponderEliminarRealmente cuando esperas desesperas, pero madre mía cuando llega!!!!!!
ResponderEliminarbesicos
:)
ResponderEliminarDelicioso, como siempre... Además, m eha recordado mucho a mi niñez, yo también pasaba los fines de semana en casa de mis abuelos maternos... Qué grandes recuerdos!!
Un besoteee Nani!!
A la distancia todo se ve más dulce. Creo que le leí a Oscar Wilde (y si es otro, bueno, yo siempre le atribuyo toda frase a Wilde) "el único encanto del pasado es que ha pasado". No sé si es el único encanto, pero la bruma de lo lejano agranda la belleza.
ResponderEliminar¡Uy,Nani!...Hoy aquí es domingo también, y me regalaron un conejo y lo guisé. Y no vas a poder creer,a partir de eso he estado así como vos todo el día, "esperando". Es decir, con un montón de sensaciones de otros tiempos dándome vueltas en la cabeza.Expresaste todo ese sentimiento de una manera maravillosa. Ha sido bueno que le dieras forma a esta nostalgia. Un beso.
ResponderEliminarQué buenos recuerdos tienes Nani.
ResponderEliminarMe alegra que sean así de dulces y tiernos.
Un beso
Qué bonito tener todos esos recuerdos cuando se abre una puerta, tan conocida, tan querida.
ResponderEliminarInindan todas las sensaciones, las emociones, los recuerdos vividos.
Y siempre se espera, que aún siendo con la mente todo reviva de nuevo.
Precioso Nani, un regreso emotivo a un tiempo pasado...
Muchos besicos.
Hasta que un día, dice ese pesimista que hay en mi, la espara terminó y las manos arrugadas no tuvieron más a quien abrirle la puerta...
ResponderEliminarLa infancia es un reducto para la nostalgia, la única nostalgia no destructiva es la infancia.
ResponderEliminarsiempre quedan los recuerdos para alimentar tus sueños del ayer
ResponderEliminarun beso
Tener esos recuerdos de la infancia ya es todo un tesoro , niña.
ResponderEliminarBesos.
El más poético de tus relatos, por las frases con la misma palabra repetida encabezándolas y por todo lo que se rememora.
ResponderEliminarQué ingeniosa y hermosísima forma de contar una vida y de atraparnos en ella.
ResponderEliminarUn beso.
Esperando esperando se me olvida vivir a veces.
ResponderEliminarOjalá hubiera tenido a mis abuelos cerca, ains...
ResponderEliminarPreciosos recuerdos, casi se pueden tocar y oler.
Besazos.
A mí los recuerdos me llenan de nostalgia. Nostalgia mezclada con desconcierto.
ResponderEliminarUn besote lindura!
Lo bonito es vivirlo...y poder recordarlo con alegría.
ResponderEliminar:)
Que hermosos esos recuerdos y que enorme ilusión la de esa espera que se sabe imposible.
ResponderEliminarUn abrazo
qué bonito y visual, pero lo que pasa con los recuerdos de este tipo es que JAMÁS volverías a encontrártelos, aunque sea el mismo escenario, las mismas gentes, las mismas cosas...porque cuando pasan años los que cambiamos somos nosotros mismos, por eso ya nada será igual... de esto me di cuenta hace poco tiempo y...bueno, hubo un halo de desilusión, pero el cambio siempre es bueno y si no...se cambia otra vez y punto pelota!!! jajajaa
ResponderEliminarbesicos guapi
Gracias por regalarme el relato de Cava la Sultana.
ResponderEliminarMientras lo leía me sentí la protagonista, con los velos y las sedas, con mi soldado cristiano y con mi castillo de princesa.
Gracias . Besos
hay esperas llenas de agonia, otras de nervios, y luego hay esperas dulces y tranquilas. Creo que lo tuyo es una de las pocas asi :)
ResponderEliminarPero que bonito!!! como siempre..
ResponderEliminarMe ha encantado.
Ecantador, me ha gustado mucho. Ha sido un grato descubrimiento y un placer. Au revoir!
ResponderEliminarHola!!!! La verdad es que veía en el blog de María comentarios de "La Casa Encendida" y me llamaba la atención porque en Madrid hay un centro cultural mu famoso que se llama así... Y eras tú la que estaba detrás de ese nombre, jeje. Pues nada, llevo unas semanas con el blog, y estoy muy contento; es una experiencia nueva para mí... Y bueno, voy tirando, cuando uno se pone, van saliendo cosillas... Es bonito. Yo también te seguiré y bichearé por tus entradas. me quedo con esta frase... "Hay días que la esperanza es la única que nos deja caminar", la esperanza siempre me ha parecido una de las mejores virtudes. Un abrazo! Nos seguimos!
ResponderEliminarUtilizar el recurso de la palabra repetida es algo que, sin duda alguna, impacta.
ResponderEliminarTal es el caso, muchacha.
Un beso.
Hola, tengo para ti un detalle en mi cuevita, pásate cuando gustes, estoy de celebración...habrá champagne y fresas
ResponderEliminarCariños Nocturnos.
A veces es necesario no perder esa espera.
ResponderEliminarMuy emotivo.
Abrazos preciosa.
¡Ummmm! qué increible ha de ser estar contigo en la cocina, mientras se te hace de pinche, observando cómo te mueves entre tus cacerolas y se charla... y cuentas cosas, historias, y los demás te escuchan y preguntan... te piden ¡cuéntame...!
ResponderEliminar¡Qué dulce eres!
Hay esperas que son hermosamente cálidas... :)
ResponderEliminarAhora voy a intentar ponerme al día que ando con tan poco tiempo que me estoy perdiendo lo que más me gusta :)
Besos
Querida Amiga:
ResponderEliminarEspero que estés muy bien. Te imagino muy ocupada por estos días!
Recibí mi Enorme Abrazo y sabé que siempre estoy con Vos!
Los recuerdos esperan siempre, están ahí para acudir a ellos, nos acompañan toda la vida y nos recuerdan pasajes de nuestra existencia. A veces tristes y a veces dulces. pero siempre a la espera.
ResponderEliminarGuapa, por lo que veo debe estar muy liada... no??
ResponderEliminarEspero que estés bien.
Un beso fuerteee
Ainsss, esos recuerdos de juventud, que no falten nunca!!
ResponderEliminarQué sería de nosotros sin un poquito de melancolía, verdad?
Besitos, Nani.
Hola, acabo de descubrir tu blog y me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Elena
Bonito, entrañable como todos los recuerdos gratos de la infancia.
ResponderEliminarUna fotografía preciosa, excelente perspectiva para pintar.
Mi Susana no es tu Susana, pero me gustó visitarla. Abrazos y encantada de pasar por aquí.