El metro seguía su recorrido. En las paradas el natural bullicio de bajar y subir pasajeros. Mientras, el señor que lee todos los días en el mismo asiento de siempre, sigue absorto en las páginas de un libro. Cada vez que el metro hace una parada, levanta mecánicamente la vista de las hojas y observa por un instante (se diría sin ver) el concurrir de seres que van y vienen, sin apenas percatarse si son humanos los que salen y entran. La lectura que normalmente escoge es amena y le hace más llevadero el recorrido diario. Cuando de nuevo hace una parada el vehículo, sube una chica que ocupa el asiento libre que ha quedado a su lado. Esta le saluda y se fija en el título del libro que sostiene en sus manos. La chica ha leído reseñas de ese ejemplar y le pregunta sin pararse a pensar un segundo, si le está gustando esa lectura. Le comenta que ha leído y escuchado bastante sobre ese autor y título y poco a poco se sumergen en una conversación llena de personajes, historias y vidas que por azar a los dos les apasionan y sin apenas darse cuenta, se encuentran en el lugar de destino que también el azar ha hecho que sea el mismo. Como perciben que ha quedado mucha conversación pendiente, han quedado en tomar el café de media mañana y terminar la conversación. A partir de ahí, los viajeros del metro no imaginan que les tiene el destino deparado y hasta donde les puede llevar el título de un libro. Ahora son ellos los que se han convertido en protagonistas de una historia y puede que este narrador que hoy le toca contar, sea partícipe de un desenlace interesante, aterrador, emocionante o simplemente, sin mucho interés.
Nani. Diciembre 2011.
Este encuentro “promete”…cuando un libro une por azar a dos personas, difícilmente termine en una historia sin interés. Mientras la lectura se desmenuza y los personajes son analizados, recreados, opinados, las gentes, sin darse cuenta, suelen decir mucho de ellas mismas y su mundo interior. ¡Es la magia de la literatura! (y del azar)
ResponderEliminarTu “Relato y Otras Cosas” ¡es precioso, Nani!
¿Vamos a la imagen del pesebre en el header? Tiene una ternura, un qué de casa, familia, recuerdos, niñez…Así, compartiendo con Vos la previa de estas Navidades y Año Nuevo, quiero que te lleguen mis mejores deseos para Vos Amiga, y cada uno de tus seres queridos. Que las fiestas tengan el gustito rico a hogar (¡y a tus comidas, guapa! privilegiados los que disfrutan de tu magia en la cocina!) ¡Sean todos muy felices!
Te abrazo (muuuuy, pero muy fuerte!) te envío doble cargamento de besicos (que duren hasta mi vuelta) y sabés, te llevo en mi corazón dondequiera que vaya! Hasta la vuelta mi Nani Queridísima!
Qué lindo.
ResponderEliminar¿Y si acaso soy esa chica?
Abrazote preciosa.
Lo bonito de esta historia es que todos podemos ser protagonistas.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besos.
El metro es lugar de desconocidos y de encuentros, como este caso. Me da a entender hasta donde puede dar de si un libro. No solamente nos cuentan historias, también crean relaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Felices Navidades también a ti, querida Nani. Y un nuevo año bueno de verdad.
ResponderEliminarEl relato muy real.
Un beso
El azar une a dos personas y el libro las conecta con una historia que todos podemos concluir. Felices fiestas navideñas. Lo mejor pata 2012.
ResponderEliminarFeliz Nochebuena y un Próspero y Venturoso año 2012.
ResponderEliminarHermoso pesebre engalana este espacio tan querido por mi,siempre nos arropas con tu calidez.
El azar es eso, imponderable a veces,lo cierto es que los protagonistas somo nosotros,lo demás viene solo.
GUAPA!recibe todo mi afecto y admiración un montón de abrazos (y esos deseos de darte un abrazo enorme en persona.)
"De cualquier bardo salta un ratón" decía la canción.
ResponderEliminarBesitos, Nani, y Feliz Navidad
Feliz Navidad.
ResponderEliminarGenial, como siempre...aunque se me ha quedado corto. Pero eso es bueno! ^^
ResponderEliminar¡Feliz Navidad!
Todo lo que pasa en el metro es muy Cortazariano...a mi personalmente me encanta!!
ResponderEliminarbesicos
Una hermosa historia. A cualquier le gustaría ser protagonista.
ResponderEliminarUn beso y Feliz Navidad
Lugares de encuentros
ResponderEliminarfortuitos que forjan
buenas relaciones,
un saludo
y feliz año 2012
A mí me gustaría vivir esta escena: ir leyendo en el metro y que una chica hermosa (o un vejete decrépito, es lo mismo) se sentara a mi lado y me interumpiera en la lectura para charlar unas cuantas paradas sobre el escritor. Sería una escena muy bonita
ResponderEliminarCada momento, cada vivencia de la vida nos lleva a otro momento y otra vivencia y solo hace falta que falle el más mínimo instante para que todo vuelva a cambiar de nuevo y eso es lo que hace que la vida sea emocionante, imprevisible. El desenlace no existe. Acaba la novela escrita porque decimos basta pero todo sigue en una cadena interminable, infinita, sin principio ni fin.
ResponderEliminarHay que ver con qué elegancia escribes Nani. Te digo lo mismo que Susana, esta historia promete.
Y sugiere.
Perdona que tarde tanto en pasar, los acontecimientos se me precipitan y siempre hay algo urgente que me impide hacer lo que quisiera.
Qué bien se está contigo.
yyyyyy un próspero año nuevo, mucha suerte y salud. Besos.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo, 2012 Nani!
ResponderEliminarBesos y un fortísimo abrazo :)
Y bueno, de algunas historias lo que importa es el principio, no?
ResponderEliminarMuy buena historia, Nani, me ha gustado mucho esta especie de libro reversible. Te deseo lo mejor de lo mejor para 2012. Un beso grande.
ResponderEliminarun día escribiré un libro de retazos de lecturas del Metro de Barcelona a mediados de los ochenta.
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