Imagen cogida de la red
Hoy
parece que ella tiene la voz todavía más dulce que ayer.
La locución ha sido perfecta y la emoción y el aplauso han vibrado a través de
las ondas. En la pecera el silencio ha resultado sepulcral y la tenue banda
sonora ha sido el colofón que ha erizado la piel de todo escuchante. Hasta el
productor tan serio y poco emocional, ha
dejado que resbale una gota mejilla abajo. Pero de esto tan sólo son
partícipes, las paredes de su despacho y su persona.
Nani. Septiembre 2014