Imagen recogida de la red
Debo decidir, la margarita está ya demasiado
deshojada y el tiempo se escapa: “Si, no, si, no…”. Escojo el camino lúgubre
según ellos. Opinaron demasiado y me influenció muy a mi pesar, pero ahora está
en juego mi decisión, aunque para ellos sean bambalinas. Para mí es la vida, mi
felicidad.
¿DECIDIR QUÉ?
Debo decidir si izquierda o derecha. Blanco o
negro. Arriba o abajo. Dulce o salado. Pero a la hora de la verdad solo
encuentro un camino, el mío. Por eso mismo estoy aquí con las entrañas
revueltas, las lágrimas a flor de piel y la rebeldía hecha añicos. Al final no
es lo que yo quiero, sino lo que se me impone.
Nani.
Febrero 2017
Por un lado me dices que es tu camino, por el otro el que te imponen y no me entiendo.
ResponderEliminarSí ya lo sé, el que las circunstancias te imponen, pues en el fondo sabes bien que es el que debes elegir.
Elijas el que elijas, no hay camino sin espinas, Nani.