Mi apuesta para "Esta Noche Te Cuento", Podéis leer ahí también y comentar
Las
plantas no necesitaban riego porque había diluviado, pero yo sí que precisaba
acercarme a verlas. Era algo vital para seguir en la tarea cotidiana. Sabía que
la recovera no me engañó cuando me vendió las semillas y me dijo que no eran
como las otras de temporadas anteriores. Después de la intensas lluvias
recibidas, tenía la certeza de que algo se
habría transformado así que me asomé tapada con mi viejo chubasquero y
comprobé como habían crecido una ramitas de las que salían unas protuberancias
donde suponía saldrían hojas y más tarde, los capullos de mis maravillosas
plantas. Al día siguiente ya los capullitos apuntaban con cierto colorido en
los extremos, de donde al tercer día, empezaron a emanar personajillos
delicados y variopintos. Algunos tenían alitas y volaban alrededor de las
plantas, otros llevaban en sus manos notas musicales que eran con lo que se
identificaban. Desde entonces, no estuve nunca sola, no me faltó música, ni
alegría por doquier. Tuve que adiestrar al gato y al perro, porque al principio
quisieron lamerlos y alguien podría salir mal parado pero más adelante,
formamos una gran familia junto a los que supieron aceptarnos y conseguir
descubrir un mundo de ensueño.
Nani.
Diciembre 2017
Has descrito un paraíso doméstico.
ResponderEliminarTan sencillo y tan hermoso.
Besos.
Toro, soñar y crear es el paraíso.
EliminarBesicos muchos.
ES absolutamente mágico, Nani.
ResponderEliminarMe has recordado libros de de seres inauditos que habitaban la tierra y de cuyo nombre de autor he olvidado.
Pero aquí estás tu para recordármelos.
Gracias Tecla. Debemos crear mundos y seres inauditos, par que la vida sea más agradable, como tú haces con tus poemas.
EliminarBesicos muchos.
¡Que bonito!
ResponderEliminarUn placer leerte.
mariarosa
Muchas gracias Maria Rosa. Aquí tienes tu casa.
EliminarBesicos muchos.