sábado, 16 de noviembre de 2019

CONSECUENCIAS




No consigo dormir bien. Noto ruidos cuando casi me estoy quedando vencida y me incorporo sobresaltada. Me da miedo encender la luz, noto como si alguien o algo me rozara y no me atrevo a comprobar que es lo que me inquieta y me saca de mi sueño reparador. El primer día, fue como percibir una caricia que casi me producía placer pero al ser consciente de mi soledad, temblé de miedo y salté de la cama como si un resorte me hubiera impulsado. Encendí la lámpara de la mesita que tengo a mi lado y no me gustó lo que vi. Algo revoloteó sobre mí y desapareció como por arte de magia. Otro día fue como si un tejido muy sutil, me rozara y produjera al mismo tiempo una ligera corriente de aire tibio, que no era normal en mi habitación ya que la ventana y la puerta permanecían cerradas. El último día, permanecí sentada en la cama hasta que amaneció y hoy, hoy ha sido tan sumamente extraño el aroma a jazmín (nunca me gustó) y la sensación de ser observada, que no me atrevo ni a respirar. Pensar sacar la mano de entre las sábanas para encender la luz, me atormenta y aunque intento no moverme, tengo miedo que me delate el castañeo que producen mis dientes. Aprieto la boca y casi ni respiro. Sudo, pero al mismo tiempo tengo mucho frío. Los pies los tengo tan helados que no logro notarlos. Mis manos sujetan la sábana pero cuando rozan mi cara, noto que las tengo tan heladas como carámbanos. No soporto el pánico que me atrapa. El corazón se me sale por la boca  y cuando ya creo morir de terror, escucho una voz que me dice que la fiebre va remitiendo y que no tenga miedo, que estoy en la habitación de un hospital y que nadie me va a hacer daño. Que en unos días estaré del todo bien y podré volver a casa. Pero a pesar de lo que me dicen, nunca volveré a dormir con la luz apagada y en aquella vivienda. Tendré que buscar otra o volver a la casa de mis padres. ¡Con lo que me gustaba vivir independizada!

Nani. Noviembre 2019


12 comentarios:

  1. Un relato misterioso. La fiebre aveces hace delirar de manera terrible.... Saludos amiga.

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    1. Sí Sandra, la fiebre nos juega a veces muy malas pasadas.
      Besicos muchos.

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  2. ¡Madre de Dios!, me tenías con las carnes abiertas, y te iba a recomendar que cambiaras de casa, ya, menos mal que al final se trataba de un simple delirio febril.
    Me ha gustado mucho tu relato.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias Manuel. La imaginación que a veces vuela!! Muchas gracias por pasar por esta tu casa.
      Besicos muchos.

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  3. Es muy triste y doloroso, sentir miedo a vivir independizada,ahora muy de moda...Los miedos si no se vencen nos van matando poco a poco.Menos mal que solo fue un subidón de temperatura.Buen relato, para reflexionar.
    Besos nani. Feliz finde.

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    1. Muchas gracias Carmen por tus reflexiones. Muy interesante tu punto de vista.
      Besicos muchos.

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  4. Iba leyendo y la angustia crecía y crecía... MUY BUENO!!!!!

    Besos.

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    1. Xavi, no era mi intención angustiar, pero si lo he conseguido, Yupiiiii!!! Jajajaja.
      Muchas gracias por tus opiniones.
      Besicos muchos.

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  5. Fiebres que enloquecen.
    Un abrazo.

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    1. Margarita, no era mi intención, pero te digo como a Toro. Si lo he conseguido, me encanta, jajajajaj.
      Besicos muchos.

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