Y
cuando quise darme cuenta, estaban acurrucados a mi lado. El frío les había
hecho salir de su escondrijo y ahora me pedían un poquito de miel para combatir
las carencias que la temporada de bajas temperaturas les había ocasionado.
Decían que ya no volverían a desaparecer, pero creo que esa promesa no la cumplirán
y volverán a las andadas, cuando recobren
fuerzas y la estación primaveral se afiance.
Últimamente el deseo de ellos es conocer mundo, saber que hay fuera de este
entorno y crecer. Se les creó para ejercer como duendes, dioses menores,
campanillas o elfos y sin conocer el
mundo, todo se les volvería insulso, mediocre y morirían sin haber vivido lo
que se les encomendó. ¡En el fondo los entiendo!
Por
ello, aquí los tengo a mi lado. Les doy calor, sopa y hasta les he tejido
bufandas.
Ahora
lo que les pido a cambio, es que cuando vuelvan me cuenten sus vivencias. Las
escribiré en un libro para niños, ¡si me autorizan, que estos seres son muy
suyos y quién sabe! No me fio ni una migajita de ellos. Se pasan el día riendo,
guiñándose los ojitos y no sé si me toman el pelo o se divierten. En fin, ¡a lo
hecho pecho y que sea lo que la providencia disponga, yo aquí estaré esperando a
que vuelvan con un buen caldito caliente, por si acaso!
Nani.
Mayo 2021
Nos gustaría que existieran seres como ellos. Sabemos que son fruto de la fantasía y que en el fondo no es posible, pero para eso está la literatura, para hacer creíbles los sueños, para ayudarnos con ellos a vivir la realidad, con todos sus problemas. Seguro que esos elfos vuelven con tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo, Nani
Si vieras Ángel como mis hijos los veían de pequeños, hasta en la macetas y se comían por las noches alguna chuche de ellos!! Me encantaba contarles historias de ese tipo y nos lo pasábamos fenomenal. Creo que la literatura y la fantasía es buena para los niños y a veces, también para nosotros.
EliminarBesicos muchos.
jajjajajaja Que bonitoooooooo!!!!! me trajo a mis niños del jardin y a toda la inocencia de la infancia. Precioso Nani!Que importante es guardar esos tiempos de sueños !!!!Mi abrazo enorme!
ResponderEliminarEli, me alegro que te hayan gustado. Tengo ganas de recuperar las historias de los Dioses menores. A ver si termino con un trabajo que tengo entre manos y me dedico a ello.
EliminarBesicos muchos.
Que bonito, me encanto. Saludos amiga.
ResponderEliminarMe alegro Sandra. De vez en cuando, es bonito dejarse llevar por la fantasía.
EliminarBesicos muchos.
Si te cuentan algo, dilo que tiene que ser muy interesante.
ResponderEliminarNani, tierno cuento con unos personajes que sin duda han alumbrado la imaginación de generaciones.
Un beso.
No te preocupes Ángel, ya os contaré si vuelven a aparecer por mi cocina. A veces se meten en la despensa y arrasan y no se que es mejor, jajajajaj
EliminarBesicos muchos.
Nani, de niña siempre soñaba que me perdía en ese mundo lleno de elfos... me parece una historia muy tierna y muy lograda!
ResponderEliminarBesos muchos
A, de niños nos perdemos en esas fantasías y son tan bonitas!! Como le digo a Eli, a ver si retomo de nuevo a los Dioses Menores y nos sumergimos en su mundo.
EliminarBesicos muchos.
Precioso!!!
ResponderEliminarBienvenido a esta tu casa, Germán. Me alegro que te haya gustado.
EliminarBesicos muchos.
Pues sí¡¡ que vuelvan te lo cuenten todo y nos lo escribas¡¡¡
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo intentaré Amapola. A ver si termino otra cosilla que tengo entre manos.
EliminarBesicos muchos.
A ver si vienen por aquí y me cuentan cosas.
ResponderEliminarBesos.
Xavi, les he puesto un WhatsApp y les he dicho que vayan a visitarte si les coge de paso, pero te aviso que son unos torbellinos!!
EliminarBesicos muchos.
Qué bonito! La fantasía nunca hay que perderla. Seguro que estos mágicos seres volverán a ti, y vas a tener muchas aventuras para contar.
ResponderEliminarEspero Galilea que vuelvan, los tengo algo abandonados últimamente. A ver si los retomo cuando termine otra cosilla que tengo entre manos.
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Precioso relato lleno de fantasía a través de esas criaturas de la mitología nórdica,graciosas,traviesas y sonrientes que a todos nos gustaría tener en el jardín.
ResponderEliminarEs bonito desenpolvar,de vez en cuando,ese niño que llevamos dentro y que nunca hemos de dejar que se pierda.
Besos.
Bienvenido José Luis. Me alegro que te haya gustado el relato. Cómo bien dices, a veces hay que volver a ser niños. Renovarnos de alguna manera.
EliminarBesicos muchos.