Las palabras de Javier Olayo son las siguientes:
Susurros,
luz, materia, contemplación y matiz.
Caminaba
despacio por aquellos caminos que le devolvían paso a paso, su infancia. Los dulces
susurros del viento, hablaba de historias, algarabía y juegos de
hermanos y amigos.
Bajo
la luz filtrada por las copas de los álamos, su materia gris le
devolvía todo lo guardado y que se hacía guinda en el pastel de su vida.
Y
al pasar por delante de la Fuente del Agua y subir a la cima del tajo, la contemplación
de lo ofrecido era tan emocionante que nunca supo poner un matiz
concreto, porque la diversidad era lo que le había cultivado siempre.
Nani.
Mayo 2023
Me ha encantado. Besos
ResponderEliminarLas emociones siempre de nuestra mano. Bello relato nani. Un beso y feliz semana
ResponderEliminarQué sentimiento más bonito leo entre líneas. Un beso, Nani.
ResponderEliminarQué bonito, nos has trasladado de lleno a esa sensación de recordar la infancia que deja buen sabor de boca.
ResponderEliminarBesitos.
Así me siento cuando camino por el barrio de mi niñez.
ResponderEliminarQué bonito es recordar la niñez contemplando aquellos años, que ya no volverán.
ResponderEliminarBesos enormes.
Me encanta! Volver a los orígenes. Te quedó genial ❤👏🏼👏🏼👏🏼
ResponderEliminarEl ayer no se cansa de volver... Enbuenahora!!
ResponderEliminarAbrazo hasta vos, Nani.
Un ejemplo de cómo respirar y retener la vida, Nani. De qué manera tan bella y directa nos lo cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo.
En esos paseos todo se revive.
ResponderEliminarAsí es, Nani.
Besos.