Foto
de Ramón Masats
Les
dijeron que en aquella pared estaba todo lo que desearan.
Para
algunos fue el muro de las lamentaciones, para otros que se sentían voyeur y
conseguían tener a tiro una rendija, fue el culmen del placer. Para otros, fue
el lugar de citas a ciegas. Bien porque allí podían encontrarse y después
seguir con lo que se presentara, como comida compartida, paseo en compañía o
sábanas que arrugar. También podían dejar un deseo escrito, colocado más tarde
en alguno de aquellos orificios y si lo encontraba la persona interesada, más
tarde, hasta podrían cerrar un negocio o ir a patinar por la cuerda floja,
descubrir el cielo o ver como la vida continuaba. Todo era cuestión de perspectiva.
Nani, marzo 2024
Que buen provecho le has sacado a esa curiosa foto.
ResponderEliminarAbrazo.
Mirándolo bien, la vida es cuestión de perspectiva. Lo que unos ven, otros no. Solo tenemos que ver que una misma imagen hay mil versiones de ella, y todas válidas. Una buena redacción has hecho tú de ella. Un beso, feliz noche.
ResponderEliminarMuy bueno. Cuánta razón. Me gusta cómo vas mezclando cosas banales con otras a las se les da un punto más religioso e importante, lo tengan o no.
ResponderEliminarLa misma pared pero tantas paredes como corazones.
ResponderEliminarBesos.
Si algún día pudiera visitar Jerusalén, es de obligado cumplimiento conocer el enclave más importante del pueblo judio, el Muro de las Lamentaciones.
ResponderEliminarMe veo acercándome, buscando una rendija poco visible y seguiría la tradición dejando en ella una plegaria escrita en un trocito de papel.
Me has hecho viajar con la imaginación.
Cariños.
Kasioles
Pues te ha inspirado muy bien la imagen. Sí ese muro hablara nani. Feliz día de la poesía y feliz primavera.
ResponderEliminarUn abrazo
Como la vida misma, no era mágica la pared, era la diversidad humana la que la hacía tan polivalente.
ResponderEliminarMuy bueno!
Besos.
Tu texto redimensiona la fotografía. Bravo, Nani amiga!!
ResponderEliminar...Y es que cada cosa, cada circunstancia puede verse de muchas formas o perspectivas...Ahí está la riqueza espiritual que adquirimos cuando tratamos de comprender el punto de vista de los que nos rodean, que es tan variada, Nani.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable, amiga.
Uhmmm cuánto dices aquí. Un muro... y millones de perspectivas. Y otras tantas formas de salir o incluso derribarlo.
ResponderEliminarMuy bueno, Nani.
👏👏👏
Qué verdad.
ResponderEliminarBesos, Nani.