viernes, 5 de junio de 2020

MADURANDO COMO LA FRUTA DE VERANO







De niño fui bastante travieso y goloso. Un día me di un atracón de pan de higo y comenzó a dolerme la barriga. Me quedé dormido en el sofá, estaba mal. Noté su mano en mi frente, estaba enfermo. Era la abuela Misericordia, con la que pasaba grandes temporadas. Como pude, le dije que no les contara nada a mis padres y ella con la compasión y ternura que la caracterizaba; me respondió que sería nuestro secreto, pero que a cambio tenía que adquirid un compromiso. ¡Ya es hora que andes sentando la cabeza! ─dijo, y me besó.

Nani. Julio 2020

miércoles, 3 de junio de 2020

UNA CIUDAD



Empezaba la ciudad a desperezarse, con un poco de prudencia y un tanto de recelo. No todos cumplían el protocolo y el miedo de los más cautos y de riesgo, se difuminaba o se percibía por debajo de las losas de la acera, en las esquinas de las plazas, en el puerto junto a las barcas de los pescadores o el paseo marítimo. También en los parques infantiles que deprimidos, lloran en silencio porque les faltan las risas y jolgorio de los que no entienden el vallado de sus mecederos, toboganes o recovecos por los que empiezan a encoger el ama al perderse, de las miradas paternas.
Con pena ve madrugar a los más responsables que enfundados en sus mascarillas, guantes y responsabilidad adherida al cinturón e incrustada a los  bolsillos del pantalón, donde llevan la tarjeta de crédito con lo que aconsejan se hagan los pagos de lo necesario para la semana y la respiración entrecortada. También observa a los barrenderos y a los que después llegan con la desinfección de las calles, enfundados en esos buzos horribles, donde disimulan las lágrimas que se enganchan a las gruesas gafas protectoras que a veces empañan y no acaban de ver lo sucio que el mundo les muestra.  
Ve al ejecutivo que enfundado en su traje, corbata y maletín de piel en la mano, se abre paso altivo y desafiante, gritando a los humildes trabajadores que con dinero nada pasa y puede que la suerte les proteja, porque es bien sabido que “al perro  flaco todo se le vuelven pulgas”, aunque eso nunca se sabe.
La ciudad gusta mucho de gente sencilla, alegre y despreocupada e incluso muy preocupada por su vida, por la fasta de trabajo y por lo rutinario del ser humano.  Y la gente normalita siente lo mismo por la ciudad, siempre que le acoge con ese amor, pero claro, ya es sabido que la economía, los dividendos y el bla, bla, bla, suele mandar desplazando al humilde.
La ciudad últimamente y con este recogimiento, ha podido pensar tranquilamente, sin el estridente tráfico, la contaminación que la asfixia y tantas cosas que en estos meses la han dejado regenerarse y sobre todo meditar. Pensaba que todo podía cambiar y la gente llegaría a ser más feliz, porque se respetaría más, se demostraría mucho más afecto y mucha más empatía, pero ahora lo duda después de escuchar a unos policías comentar que un grupo de inconscientes había estado de botellón y cuando los dispersaron y tuvieron que obligarles a hacer cuarentena, ellos les insultaron, tras darles una charla con el protocolo que debían seguir durante la cuarentena y luego al terminarla. Ellos muy frustrados comunicaron: “Todo parece que les da lo mismo,  no había nada más que pudiéramos hacer”.

#52RetosLiterup

Nani. Junio 2020


lunes, 1 de junio de 2020

MAMÁ


No paran de preguntar por mí, dice mi madre. A veces insiste demasiado y me produce agobio. Ellos en su momento no quisieron hacerme demasiado caso y ahora cuando ya no están preguntan por mí. Le pido a mamá que le digan que quieren, pero ella responde que era lo que le contaban el día que tuvieron el accidente y todos dejaron de estar, incluida ella. Me  temo que saben que manipulé los frenos.

CORRE, VE Y DILE

No paran de preguntar por mí desde que saben   que acerté una primitiva, que tenía pendiente desde antes del confinamiento. Los de la radio, la tele y hasta el periódico local. Hoy me ha llamado el director de la sucursal bancaria. La verdad es que un momento de  gloria a todo ser viviente le gusta. Lo que no conté a mi prima, es que había 1.200 boletos acertados y que tan solo fueron dos números más el complementario.

Nani. Mayo 2020