EL JARDÍN DE LOS CEREZOS
Sólo a las niñas guapas y a
los hermanos que se las presentaban,
les dejaban pasear por el Jardín de los Cerezos cuando estos florecían. Se
decía que les contagiaba dulzura, belleza, hermosura y esbeltez a la hora
de la cosecha. Luego las cerezas lucían rosadas, melosas y tersas como ellas, pero al mismo
tiempo, fuertes y resistentes como los acompañantes orgullosos de protegerlas.
PRIMERA
REPRESENTACIÓN
Sólo a las niñas guapas y a
los hermanos que se las presentaban les
permitían formar parte del espectáculo. Los más avispados se retiraban a
tiempo, pero muchos otros quedaron profundamente heridos, al ver salir de
escena a las chicas, con marcas imborrables.
Nani. Marzo 2013