AVERÍAS
¡Calla y arregla de una vez la
cisterna del váter que gotea y
después, repasa las persianas que se detienen al subirlas!
¡Cada vez que requiero tus
servicios para reparar las averías, consigues que lamente no haber llamado a un profesional que
cobre según tarifa, no le conozca, ni haga sentirme obligada con la
subsistencia de mis sobrinos, que eres más vago que la chaqueta de un guarda!
REFUNFUÑANDO
¡Calla y arregla de una vez la
cisterna del váter, que gotea!, -murmura
mientras se dirige a la cocina. Las cosas se estropean de usarlas, parece
mentira que todo se haga protestando, seguro que en tu trabajo cuando hay
reparaciones ni lo notas, ¡cómo no las haces tú!, pero tampoco quieres que
llame al fontanero.
¡Pues ya me dirás como se recomponen las cosas que no consigo hacer yo!
RUIDOS
¡Calla y arregla de una vez la
cisterna del váter, que gotea! El
ruido que hace me vuelve loca y me va a parecer mentira que el silencio no
suene.
Nani. Abril de 2013