jueves, 11 de marzo de 2021

BUSCANDO MI IDENTIDAD

 


La mejor manera de canalizar mi vocación era seguir. Más adelante podría intentar mi camino. Quería cambiar. Nací en un cuerpo equivocado y ellos querían curarme con pastillas y obligados encierros. Al final pude salir y encontrarme. No me localizaron aunque siempre estuve al tanto. Hoy me pregunto: ¿Alguna vez lo intentaron?

Nani. Marzo 2021

lunes, 8 de marzo de 2021

SOY Mª GLORIA ZALDÍVAR, CONTEMPORÁNEA DE OTRAS MARÍAS

 


Si estás leyendo este escrito, es porque se ha cumplido el acuerdo que hice con el mismísimo diablo. Le vendí mi alma a cambio de que me sacara del olvido y en algún momento, hiciera visible mi vida y mi trabajo, aunque fuera  después de muerta, que sería lo más probable. ¡Al fin vamos a ser visibles, porque lo que no se ve o no se conoce, no existe!

Siempre me gustó escribir e incluso intercambié cartas con María de la O. Al vivir en las condiciones que tuve o tuvimos las mujeres de nuestra época, mi manera de prodigarme fue bastante penosa. A ella en particular, le debo que me publicaran bajo el seudónimo de Gerardo Colmenero, en la revista Blanco y Negro, (1920 a 1922 y algunas otras fechas). Después que estallara la guerra civil, a ella le fue imposible ayudarme y a mí encontrarla. Además de que ella no era la conocida sino su esposo, aunque fuera María la autora de toda la obra que él firmaba. Una mujer no podía prodigarse en la cultura de aquellos tiempos. Recuerdo cuando en casa descubrieron un manuscrito en el cajón de mi cómoda, preparado para enviarlo a la editorial; me fue requisado y más tarde, supe que sirvió para alimentar la chimenea del estudio de nuestro padre.

Cuando reclamé aquel tomo de folios escritos todos a mano, con una esmerada letra que bien sabe Dios el trabajo que me costó, ya que todo lo hacía a escondidas y sobre todo, cuando los hombres estaban fuera de la casa. Pues como decía, cuando los reclamé, se me informó que yo no debía escribir ya que mi vida tenía un solo objetivo y, que estaba por supuesto decidido. Sería la esposa del coronel de la marina “Sánchez Ortiz”.

─ ¡Un orgullo!, ─dijo padre. Qué era una honra para mí, ocupar el lugar de su fallecida esposa hacía unos meses. Qué necesitaba una mujer que se ocupara  de sus seis hijos, de su casa y por supuesto, de él cuando se encontrase en tierra.

Era un viejo señor, que a mi lado podía pasar muy bien por mi padre y su hijo mayor, podía haber sido mi hermano; aunque a un hermano no hay que distanciarlo con cerraduras de por medio. Me quedé aterrorizada cuando se me comunicó toda esta parafernalia, aunque ya estábamos habituadas las mujeres a estos pasajes y, no nos quedaba otra que aceptar o tirarnos al río.

Lo siguiente que hice cuando fui consciente del futuro que me esperaba, fue recoger otros manuscritos que tenía entre mis dos colchones de lana y llevarlos al desván, ocultarlos en el baúl que contenía la ropa y enseres de mi bisabuela, ya que sabía que allí no llegaban manos algunas por respeto al tiempo que llevaba muerta y porque a mi familia, les daba pánico tocar lo que había pertenecido a los que ya habitaban el mundo de los muertos. ¡Esas supersticiones a veces nos salvan!  Sé que gracias a ello, hoy me vais a conocer y todo el legado que allí dejé. Estoy segura os va a encandilar el día que llegue a vuestras manos y no es que sea una presuntuosa o creída. Ya a estas alturas de mi «no vida», eso es lo que menos me preocupa y sí, que sepáis de las calamidades que algunas mujeres hemos pasado porque tuvimos inquietudes, necesidad de sacar las letras que se nos incrustaban en nuestro sentir, en nuestras venas y en todo nuestro espíritu. Por eso decían que algunas nos volvíamos locas, que éramos brujas o que nos poseía el diablo y nada más lejos de esas creencias. Éramos tan solo mujeres que necesitábamos decir. Qué deseábamos hacernos ver sin ninguna pretensión (a veces habíamos hasta inventado algo que podía ayudar al género humano), por ello era una necesidad como la de beber agua o ser simplemente persona y nada más. Ahora sé que ha llegado el momento de que se nos reconozcan a todas las olvidadas, ocultadas y sobre todo, calladas a la fuerza.

Ahora sé, que gracias al interés de personas que saben que ante todo «somos», vamos a invadir las bibliotecas, las estanterías de vuestras viviendas y esas redes que no llegué a conocer, pero que tengo entendido son un medio valioso para que los escritos, los estudios y todo lo que se investiga, pueda quedar al servicio de quien lo necesite.

 

#HistoriasdePioneras

 

Nani. Marzo 2021

sábado, 6 de marzo de 2021

ABLACIÓN

 


Las palabras del empresario del vino Antonio Díez Martín para los Escritores Solidarios de Cinco Palabras:

Hijas, adversidad, vino, tierra y piedras.


No podemos quedar impasibles ante las hijas de la adversidad, la superstición, la falta de cultura y el machismo existente en países que aún maltratan a las criaturas por el hecho de nacer mujeres.  Nos afecta a todos. No se puede permitir la tortura de por vida. “Se entiende en otras épocas,” cuando contaban que vino un chamán a decirles que era necesario para que la tierra fuera fértil y no se convirtiera en piedras, pero ahora; ya es cuestión de que todos clamemos: ¡Basta ya! ¡Digamos que se trata de  humanidad y mirad con honestidad!

 

Nani. Marzo 2021

miércoles, 3 de marzo de 2021

LA TOALLA

 


 Foto: Nani Canovaca

Me he dado cuenta que ya no lucho, lo he dejado. He caído en la cuenta de que si se lucha, es porque hay guerra y no estoy dispuesta a participar ni en tan solo una guerrilla, ¡se acabó! Tiro la toalla, ¡no sé si se dice literalmente, así! La tiro pero no de manera definitiva, sino para respirar y coger otra limpia. La toalla sé que no se tira, porque sirve para secar la cara después de un llanto reparador y un refresco con agua limpia. Para limpiarse las heridas que hace la vida. Sirve para lavar los desollones de las rodillas, cuando nos caemos y para ofrecerla a quien la pueda necesitar.

¡No, no voy a luchar!, pero si voy a caminar siempre con la cara lavada y secada con esa toalla limpia. Oliendo el suavizante que ensancha el alma y recuerda que tienes vida, pero no me voy a apuntar a la lucha de nadie ni de nada. Al final todas las luchas me llevan a una cocina, donde se cuecen pucheros que no son los que puedo digerir, ni me gustan los ingredientes, que de tan sofisticados suelen causar indigestión.

He decidido hacerme una ensalada multicolor que además aporta, vitaminas y mucho sabor. Es mucho más digerible y me regala salud y alegría. ¡Dejo los potajes de otros, que se las averigüen con sus ungüentos y pócima!

¡Voy a seguir pintando colores y sabores de vida. Qué los días que me quedan no escuezan, no hagan rozaduras ni a mí, ni a otros!

¡Voy a pisar la arena descalza, las manos con ramos de flores y a gozar el sol que es el que me canta!

 

Nani. Marzo 2021

lunes, 1 de marzo de 2021

BELLO LEGADO

 

Las palabras de la cantante peruana Susana Baca para los Escritores Solidarios de Cinco Palabras en apoyo a KURAQ TAYTA son las siguientes:

Ámbar, espejo, raíz, grito y océano.


Cuando me coloco la gargantilla con el corazón  de ámbar delante del espejo; me siento orgullosa de mi abuela que fue de quién lo heredé, así como la responsabilidad y la raíz de todas mis convicciones. El día que me enseñó por primera vez esa imitación, se me escapó un grito al ver dentro de la preciosa piedra, un insecto atrapado, pero me dijo que eso pasaba porque la naturaleza es así de diversa y los insectos curiosos a la resina que tanto les gustan. La historia nos muestra belleza en el océano, vegetación y ecosistema en general.

 

Nani. Marzo 2021

viernes, 26 de febrero de 2021

EN LA COMPRA DIARIA

 


Tema; Pesadillas Imagen obtenida de la red

Amaneció aquel día muy, como se dice por mi pueblo: “Cielo panza burra”. O sea, que parecía que iba a nevar, así que hacía un frio de mil demonios o así lo recuerdo. Esos días había que ponerse las pilas, porque si llovía, nevaba o simplemente hacía demasiado frío, las faenas del campo no se podían realizar y los campesinos, en este caso “cortijeros”, aprovechaban para venir al pueblo a hacer las compras, vender huevos y gallinas o realizar todas las tareas que tan solo se podían hacer en el pueblo y como mis padres eran los encargados de la pequeña taberna, no quedaba otra que  tener preparado para cuando llegara el momento de comer algo, sobre todo el pescado que era lo que más les gustaba y yo, debía traer el aceite antes de ir al colegio para freírlo.

Me recuerdo muy pequeña. A la vuelta, la cántara llena de aceite me pesaba bastante. La tienda de ultramarinos del “Compadre”, estaba en la calle principal, pero solo a la vuelta de la esquina y unas tres casas más. Así que me mandaban todos los días, bien a por harina, aceite o lo que mi madre necesitara en la cocina. Entonces la compra era diaria e incluso repetida, dependiendo de la venta. A más pescado frito, más veces a comprar harina o aceite y pescado.

A lo que iba. Ese día tenía mucho frío e iba con prisa porque había que llegar a tiempo al colegio. Al volver la esquina y pisar la calle principal, un pitido muy fuerte de la bocina de un camión Pegasso, me hizo volver la mirada dejándome parada en seco. Me pitaba a mí, ya que la calle estaba solitaria. Sobre la cabina del camión, había un muñeco que se inflaba y desinflaba, muy feo e impresionante y que al mismo tiempo, me pedía que me acercara. De pronto, se deslizó por delante de la cabina el horrible hombre blanco lleno de michelines, pero ágil como una pluma y pretendió acercarse a mí. Como me dio tanto miedo, salí corriendo a refugiarme casa del “Compadre”, puesto que el horrible personaje al mismo tiempo me perseguía, solo que le cogí ventaja, ya que él con aquella vestimenta, no corría como yo. Una vez en la tienda de ultramarinos, me tranquilicé y me sentí protegida. Mientras me llenaban la cántara de aceite, miraba por los cristales de la tienda, medio escondida en un rincón de la puerta. Conseguí ver pasar el enorme Pegasso con el Michelin (luego supe que así se llamaba), subido de nuevo en la cabina.

Cuando llegué a casa y mi madre me notó tan sofocada, me pidió que le contara que me pasaba y una vez más, me dijo que no debía leer el periódico que papá compraba para los parroquianos, que había cosas que los niños no entendíamos. Más tarde, en el mimo periódico, vi un anuncio que ocupaba una página entera de ese personaje y por eso me enteré que tenía nombre, pero a estas alturas de mi vida, todavía lo veo nítido deslizarse por la cabina del camión, llamándome y luego, tras de mí.

Más tarde cuando tenía pesadillas producidas por la fiebre (de niña tuve arrechuchos a menudo), no conseguía bajarme sola de la cama, porque sabía que el Michelín o su amigo, otro monstruo con cabeza muy gorda y que se comía a los niños, estaban debajo de mi cama.

Desde entonces mi madre me escondía el suplemento del ABC, pero yo lo encontraba y la verdad es que cuando vi el cuadro de Goya “Saturno devorando a su hijo”, aquello debió incrementar mis pesadillas. Aunque también podía ser, que a cada instante nos decían que no nos fuéramos lejos, porque venía el hombre del saco y nos llevaba. ¿Estaría influenciada por lo que veía o por lo que me contaban?

Aunque lo del Michelín estoy segura que ocurrió de verdad, siempre me dijeron que tenía mucha fantasía, pero hay cosas que pasan aunque nadie te crea y esa fue verdadera. ¡El Michelín me quiso llevar y me persiguió!




 Francisco de Goya, "Saturno devorando a su hijo" 1819-1823


Nani. Febrero 2021


miércoles, 24 de febrero de 2021

ASEGURO QUE NO ES UN SUEÑO

 Hoy después de ver y escuchar un acontecimiento en los medios, quise bajarme del mundo e irme a otro, me daría lo mismo que fuera Marte o Terma.

Me asomé al balcón a tomar un poquito de aire, necesitaba respirar.

Estando allí, ¡vi y lo reitero!, vi un objeto volador que no sabía si era el que le sirvió a ET para volver a su casa o si eran alucinaciones mías. ¡Qué conste que solo me había tomado una ensalada y por darle un toque, un trocito de chocolate negro de postre; solo eso, palabrita del Nino Jesús!

Me restregué los ojos con fuerza y cuando volví a abrirlos, allí estaba parado ante mí. Una voz que no sé bien si la sentí dentro de mi cabeza o fuera, me dijo que no debía tener esos deseos: ¡Este es tu mundo!, –seguía diciendo. Nosotros estaríamos encantados de llevarte, pero ahora os toca estar aquí y uniros para sacar adelante lo que en cierto modo, habéis provocado. Si cuidarais vuestro planeta, vuestros medios y avances positivos y ¡digo positivos! –recalcó la voz; si fuerais amantes de todo lo que la vida os ofrece, si no mirarais por encima del hombro a todo el que es distinto o eso creéis, al que viene porque en su patria no puede seguir y se las arregla recogiendo aceituna, fresas o lo que se les presente, si no os creyerais superiores porque habéis conseguido una segunda vivienda ¡muchos no tienen ni una chabola; mirad por gusto los campos de Huelva o Almería o de refugiados! Si no os gustara tanto el oropel (algunos lleváis tanto oro colgado que os va a salir del peso una hernia). Si no creyerais que todo lo podéis tener sin haberlo ganado. Si no os creyerais únicos. Hoy os recomiendo que miréis el cielo. Si fuerais capaces de contar todas las estrellas que alcanza vuestra mirada, lo mismo podíais comparar. Pensaréis que las estrellas son todas iguales, sin embargo yo os digo que cada una tiene su mundo y dentro de ese mundo, muchos submundos, que forman toda una galaxia. Lo mismo pasa entre vosotros. Cada uno sois una estrella y eso parece que es imposible que lo entendáis, por más que el universo se empeñe en decirlo. ¡Lo siento mucho por todos vosotros, pero ni lo que estáis viviendo os va a enseñar algo por lo que observo!

Terminó con esa frase la voz y en un abrir y cerrar de ojos, el objeto que tenía delante desapareció.

 

A colación, dejo una entrevista que no tiene desperdicio y que recomiendo la escuchéis o la leáis (no acostumbro, pero es que ha coincidido así)  y también, la canción de la que hablan las protagonistas, por eso la aconsejo a continuación:

https://cadenaser.com/programa/2021/02/23/la_ventana/1614092075_649068.html


"MUJER FRONTERA" https://www.youtube.com/watch?v=6BetfskzlMI


Nani. Febrero 2021